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Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl

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asgos sean consecuencia de las deficiencias hormonales<br />

que ellas mismas se imponen. Formulo una hipótesis: no dispongo<br />

de ninguna prueba fehaciente, nadie la tiene.<br />

Además, las pruebas en este terreno son difíciles. Veamos<br />

como ejemplo la lactancia y la alimentación artificial del<br />

bebé. El acto de dar el pecho al niño implica también que la<br />

madre lo tiene en brazos varias veces al día, por un lapso<br />

prolongado: significa un determinado vínculo entre madre e<br />

hijo, al cual se adjudica en psicología mucha importancia.<br />

Mientras tanto, en los países anglosajones hace ya tiempo<br />

que se alimenta a biberón. Esto no es solamente una renuncia<br />

biológica: también se altera la atención del niño.<br />

No hace falta tomarlo en brazos, y cualquiera, madre,<br />

padre o quien fuese, lo puede alimentar. Esta diferente crianza,<br />

¿trajo consecuencias? No pude encontrar ninguna bibliografía<br />

al respecto, pero propongo una hipótesis: los hippies,<br />

tan numerosos en los países anglosajones y casi no existentes<br />

en los otros, tienen algo que ver con el problema.<br />

Los hippies: entremos nuevamente en lo social. Ellos están<br />

contra la sociedad que se les ofrece, contra la injusticia de<br />

<strong>cl</strong>ase, contra la guerra en Vietnam y contra un mundo sin futuro<br />

-el futuro de guerra total- que sus mayores les preparan.<br />

Se los entiende; el contenido de su protesta parece plenamente<br />

justificado. Pero la forma, ¿lo es? La forma parece<br />

bastante autodestructiva. Y sus características -las que irritan<br />

tanto a sus mayores-, la suciedad, la droga, la promiscuidad<br />

indiscriminada en el terreno hetero u homosexual, parecen<br />

tener sus raíces en la crianza que tuvieron. Parecen un re<strong>cl</strong>amo<br />

constante a sus mayores.<br />

¿Por qué? Las investigaciones analíticas de la escuela<br />

norteamericana insisten mucho en la importancia del vínculo,<br />

de la simbiosis madre-hijo.<br />

387<br />

En el transcurso de un largo proceso que empieza desde<br />

el vamos, el niño logra diferenciar, poco a poco, entre él mismo<br />

y el mundo a través de la gradual disolución de esta simbiosis.<br />

El bebé aprende a querer su piel -el límite entre su self y<br />

el mundo- a través de los mimos, las atenciones y el contacto<br />

físico entre él y la madre. Pero frente a esta nueva crianza<br />

mecanizada e indiscriminada (con el biberón cualquier puede<br />

atenderlo) ¿podemos todavía hablar de simbiosis madre-hijo?<br />

Y si esta piel no ha sido suficientemente libidinizada, ¿por<br />

qué quererla y cuidarla más adelante: por qué no estar sucio?<br />

Es la protesta al hecho de sentir que lo único que recibió como<br />

bebé fue limpieza y confort, en lugar de cariño. Y si no<br />

pudo establecerse la raíz de la identidad sexual, porque faltaba<br />

el trato cariñoso con un solo objeto de sexo definido -con<br />

la madre- cómo no ser después sexualmente indiscriminado.<br />

Y si el biberón ofrece alimento, pero nada más, mientras que<br />

el pecho también da amor, ¿cómo no va a quedar un anhelo<br />

no satisfecho de algo maravilloso que se cree poder recuperar<br />

sólo a través de la aventura psicodélica? Pero tal vez, como<br />

sugerí antes, también tendríamos que agregar al problema<br />

hippie el hecho de que la mayoría de las adolescentes<br />

que participan en él son sexualmente indiferenciadas y<br />

transmiten indiferenciación, porque ya no son mujeres. No<br />

ovulan. Y, de nuevo, mientras que no me convenzan de que<br />

nuestra biología carece de influencia sobre nuestra conducta,<br />

no puedo creer que esa situación prolongada durante años,<br />

no tenga su importancia.<br />

¿Qué hacer entonces? ¿Volver a lo de antes? Por supuesto<br />

que no. Además, es imposible. Nos hallamos en un<br />

proceso que escapa a nuestra decisión, pues forma parte de<br />

toda la evolución humana. Pero el camino está <strong>cl</strong>aro: existen<br />

por un lado los anticonceptivos hormonales y por otro los mecánicos<br />

(me refiero especialmente a la espiral y no al dia-<br />

388

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