Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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dad futura no llega a compensar a la niña pequeña por sus<br />
frustraciones, pues dista demasiado de sus posibilidades inmediatas<br />
de gratificación. La autora critica como antibiológica<br />
la posición psicoanalista contemporánea de tomar como<br />
axiomática la envidia fálica. De ser cierto que todas las mujeres<br />
están dominadas en su inconsciente por la envidia del<br />
pene, la mitad de la raza humana estaría desconforme con su<br />
sexo y este supuesto descontento no podría ser vencido en<br />
otra forma que individualmente y bajo circunstancias especialmente<br />
favorables.<br />
Vuelve al tema con nuevos argumentos científicos en su<br />
segundo artículo fundamental al respecto, "The flight from<br />
womanhood" (v. Ind. Bibl.).<br />
Considera que la investigación psicoanalítica primitivamente<br />
buscaba siempre como objeto al varón y lo explica por<br />
el hecho de que Freud y todos sus primeros colaboradores<br />
tenían más interés y comprensión por la psicología de su propio<br />
sexo. Sospecha que cuando finalmente llegaron a investigar<br />
los procesos psicológicos femeninos, abordaron el problema<br />
con un enfoque varonil, típico para nuestra sociedad<br />
patriarcal que, sin darse cuenta, ha adaptado todos sus criterios<br />
de valor, de moral, de ética, etc., al carácter masculino.<br />
Las mismas mujeres llegaron inconscientemente a aceptar<br />
este criterio y a considerar todo lo positivo que puedan tener<br />
como masculino y todo lo negativo como femenino. Critica<br />
después las teorías de Freud, y especialmente de Ferenczi,<br />
en cuanto a que para la mujer toda su femineidad sea algo<br />
así como un sustituto pobre de sus deseos varoniles y que<br />
hasta la maternidad y el deseo de tener un hijo no sean sino<br />
un sucedáneo del pene nunca alcanzado.<br />
Sostiene que, si fuere así, ser mujer sería un destino<br />
bastante triste y pobre, y dice al respecto: "Como mujeres,<br />
debemos preguntarnos, entonces, extrañadas: ¿Y la maternidad?<br />
¿Y la conciencia bienaventurada de llevar dentro de sí<br />
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una vida nueva? ¿Y la dicha inmensa experimentada en la<br />
espera cada vez más intensa de este nuevo ser? ¿Y la felicidad,<br />
cuando al fin ha nacido? ¿Y Cuando se lo tiene por primera<br />
vez en los brazos? ¿Y la satisfacción placentera y profunda<br />
durante el amamantamiento? ¿Y toda la gratificación<br />
del cuidado del lactante?" Abandonando después esta parte,<br />
un tanto desafiante y polémica de su trabajo, expone los resultados<br />
científicos de su investigación psicoanalítica. Explica<br />
que la niña, desde el principio, se siente y comporta como un<br />
ser femenino, pero impulsada por diversos factores puede<br />
llegar a identificarse con su padre y adoptar así una actitud<br />
varonil. Esta identificación se establece para ocultar sus deseos<br />
incestuosos y frustrados hacia el padre y su sentimiento<br />
de culpa frente a su madre. Además, esta identificación sirve<br />
a la niña (como, por otra parte, según Freud, toda identificación)<br />
para tolerar mejor el abandono del objeto -del padre- recuperándolo<br />
a través del intento de ser igual a él.<br />
Karen Horney sostiene que existe en la niña, con anterioridad<br />
a las fantasías descritas por Freud, Deutsch, etc., de<br />
ser castrada en sentido masculino, el temor de sufrir un daño<br />
vaginal por sus relaciones con el padre.<br />
Por su identificación con el padre, la niña logra sustituir<br />
este temor, muy profundo, por el de poder sufrir una castración<br />
de su pene imaginario, cuya irrealidad percibe inconscientemente.<br />
En su último artículo dedicado a este tema, "The denial<br />
of the vagina" (v. Ind. Bibl.), la autora explica nuevamente por<br />
qué llegó a la con<strong>cl</strong>usión de que la niña adopta primariamente<br />
una posición femenina, es decir, de acuerdo con su anatomía.<br />
Sostiene que la niña tiene sensaciones vaginales durante el<br />
apogeo de su sexualidad infantil y adopta una actitud femenina<br />
tanto frente a su padre como en su conducta en general.<br />
Su noción temprana de la vagina, basada en sus sensaciones<br />
físicas, sucumbe más tarde a la represión por las múltiples<br />
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