Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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nunciar definitivamente a su femineidad por medio de la esterilización<br />
artificial. Parece que vivió en su inconsciente como<br />
un perdón de su madre la conversación con su analista, quien<br />
le desaconsejó esta medida drástica. Encontró entonces un<br />
medio menos doloroso de evitar futuros conflictos y angustias:<br />
se volvió de nuevo amenorreica y logró así ser estéril sin<br />
intervención cruenta. Al mismo tiempo empezó a trabajar de<br />
nuevo, pero no en su profesión anterior -que significaba para<br />
ella masculinidad- sino en algo que la satisfacía mucho: escribió<br />
con éxito artículos sobre psicología infantil en revistas<br />
de divulgación. Es decir, finalmente se convirtió, de una niña<br />
abandonada con muchos hermanos preferidos por la madre,<br />
en la madre ideal y comprensiva que había anhelado durante<br />
toda su vida y encontrado, parcialmente por lo menos, en su<br />
analista. Además tenía una sola hija, a la cual brindaba todo<br />
lo que ella había deseado tan fervientemente. Esta doble<br />
identificación con una madre buena y con una niña feliz -su<br />
propia hija- le permitía abandonar su rivalidad con la madre<br />
frustradora -la que tiene muchos hijos-, y sus deseos varoniles,<br />
que habían estado destinados a convertir a esta madre<br />
frustradora en tan buena y comprensiva como lo era con el<br />
hijo varón.<br />
Relataré a continuación gran parte del historial <strong>cl</strong>ínico de<br />
una enferma del Dr. Cárcamo. Tanto su historia como los dos<br />
siguientes fueron publicados por nosotros en 1944 en la "Revista<br />
de Psicoanálisis", en un trabajo escrito en común con el<br />
Dr.<br />
Cárcamo, y en forma algo más completa, en "Patología<br />
psicosomática" (véase Ind. Bibl.). Se trata de la señora Z., de<br />
treinta y cuatro años, que sufre de inseguridad en sí misma,<br />
de accesos de depresión, tristeza e impulsos suicidas. En la<br />
esfera somática, presenta constipación, que aumenta en los<br />
períodos menstruales, que son irregulares y dolorosos. Exá-<br />
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menes <strong>cl</strong>ínicos diversos acreditan el diagnóstico de disfunción<br />
ovárica e insuficiencia luteinica.<br />
Al lado de una madre neurótica tuvo una niñez triste. Su<br />
hogar infantil fue teatro de frecuentes reyertas conyugales. El<br />
padre, de aspecto varonil, afectuoso, tolerante más por indiferencia<br />
que por bondad, fue una figura un tanto borrosa en las<br />
escenas familiares, desempeñando papeles de segundo orden.<br />
La vida familiar estaba regida por la madre, caprichosa,<br />
extravagante y tiránica; era la personificación de la protesta<br />
viril y de la ambivalencia. Admiraba y odiaba al hombre, acusándolo<br />
de cuantos males aquejaban a las mujeres; el embarazo<br />
figuraba entre los más intolerables.<br />
Trató de inculcar estos sentimientos a sus hijas, comprendiendo<br />
el amor sólo como juego de burla y desquite. el<br />
nacimiento de esta hija decepcionó a la madre, que deseaba<br />
un niño. Nunca le perdonó su sexo, ni las molestias del embarazo,<br />
ni los sufrimientos del parto, anormalmente largo y dolorosos.<br />
Además, creció un poco desgarbada, menos bella que<br />
las otras hijas, lo que aumentó el resentimiento materno y<br />
contribuyó a agravar cualquier traspié de su conducta infantil.<br />
La niña intuyó los medios de congraciarse con su madre: se<br />
convenció que ésta la odiaba por su falta de pene. Reprimió<br />
entonces su feminidad y exaltó los rasgos masculinos, expresados<br />
en una conducta independiente y en gustos varoniles.<br />
Se hace audaz en la acción y estoica en el sufrimiento.<br />
Inconscientemente fantasea con su retorno al seno materno.<br />
El contenido de estas fantasías constituye la recuperación de<br />
la madre o su posesión violenta y sádica. Pero volviendo contra<br />
sí misma la agresividad, sufre masoquísticamente, consiguiendo<br />
en un mismo acto la satisfacción y la anulación del<br />
impulso destructivo, destrucción y salvación del objeto materno.<br />
Este mecanismo queda fijado como ulterior modelo de su<br />
carácter masoquístico. A cada intento de genitalización, ale-<br />
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