Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
pues en este punto concreto es usted más masculina que femenina".<br />
En la misma obra enumera tres colaboradores importantes<br />
que, sin abandonar el concepto básico de Freud sobre el<br />
desconocimiento de la niña de su vagina y el predominio<br />
sexual del <strong>cl</strong>ítoris en la infancia, aportan nuevos datos importantes<br />
para la comprensión del desarrollo femenino. Se trata<br />
de Ruth Mack Brunswick, cuyas investigaciones acabo de citar;<br />
Jeanne Lampl de-Groot, cuyos aportes no menciono aquí<br />
por no ser fundamental para el presente enfoque psicosomático<br />
y Helene Deutsch.<br />
Helene Deutsch, psicoanalista de mucho prestigio, pertenece<br />
a la generación pionera de los investigadores psicoanalíticos.<br />
Sus publicaciones se distribuyen a través de varias<br />
décadas. Dedicó su interés principal a la investigación de la<br />
psicología femenina, adoptando tempranamente un criterio<br />
psicosomático. El fruto de su experiencia de muchos años está<br />
expuesto en su "Psychology of women" (v. Ind. Bibl.). Tomo<br />
de este libro un resumen de sus conceptos sobre la psicología<br />
femenina, destacando principalmente las aportaciones<br />
personales de la autora a este problema.<br />
Siguiendo la exposición de Ruth Mack Brunswick (loc.<br />
cit.), Helene Deutsch destaca que tanto el varón como la niña<br />
luchan para adquirir actividad e independencia frente a su<br />
madre. En esta lucha el padre representaría al mundo exterior,<br />
a la realidad. La niña, en determinado momento de su<br />
desarrollo, abandona a la madre y va hacia el padre, en búsqueda<br />
del mundo exterior. Abandonar a la madre de la primera<br />
infancia significa, para ambos sexos, desarrollar actividad y<br />
cierta agresividad. Estos impulsos van ligados a tendencias<br />
eróticas. En el varón toman el aspecto de deseos de penetración<br />
agresiva de la madre y se vivencian en el pene (fase fálica).<br />
¿Cómo sería la situación correspondiente en la niña? Ella<br />
también se vuelve activa y el objeto primitivo de esta actividad<br />
57<br />
erótica es su madre, aunque helene Deutsch admite la posibilidad<br />
de que la niña desde el principio sea más pasiva biológicamente<br />
que el varón. Como órgano ejecutivo de sus deseos<br />
agresivo-eróticos dispone del <strong>cl</strong>ítoris, anatómica y embriológicamente<br />
parecido a un pene rudimentario. Según<br />
Freud, toda la genitalidad infantil de la niña se concentra en<br />
este órgano, y su envidia al pene proviene de la comparación<br />
desfavorable para el <strong>cl</strong>ítoris. Según Helene Deutsch, la envidia<br />
fálica es importante, sin ser fundamental en el desarrollo<br />
femenino. Igualmente sería una exageración interpretar más<br />
tarde la mayoría de las dificultades neuróticas de la mujer<br />
como expresiones de su envidia fálica. Es cierto que la niña<br />
comprueba que el <strong>cl</strong>ítoris es insuficiente como órgano ejecutivo<br />
de sus tendencias eróticas. Sin embargo, su reacción no<br />
es forzosamente de envidia, sino que convierte sus deseos<br />
activo-agresivos en pasivo-masoquísticos o, citando una expresión<br />
feliz de la autora, desarrolla una actividad dirigida<br />
hacia adentro. El órgano sexual correspondiente a estas tendencias<br />
es, evidentemente, la vagina.<br />
Pero Helene Deutsch comparte la opinión emitida por<br />
Freud, Mack Brunswick y otros autores, de que la niña, normalmente,<br />
es decir, si no fue víctima de una violación u otros<br />
estímulos exteriores, desconoce su vagina y no percibe casi<br />
ninguna excitación vaginal hasta la pubertad. ¿Qué destino<br />
sufren entonces las tendencias pasivo-femeninas de la niña?<br />
Así como antes le faltaba el órgano apropiado para realizar su<br />
sexualidad de fin activo, ahora le falta subjetivamente el órgano<br />
ejecutivo para su sexualidad pasiva. La niña experimenta,<br />
pues, dos veces, durante su desarrollo sexual infantil, la<br />
falta de un órgano apropiado y esta doble falta es denominada<br />
por Helene Deutsch "trauma genital"; responsable, en lugar<br />
de la envidia del pene, de la mayor parte de los trastornos<br />
posteriores neuróticos en la mujer. Esta misma doble falta<br />
obliga a la niña a retener la excitabilidad del <strong>cl</strong>ítoris como órgano<br />
ejecutivo, aunque insuficiente, de sus tendencias acti-<br />
58