Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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Capítulo VI<br />
El temor a la desfloración<br />
El tabú de la virginidad. Wilhelm Steckel: Los peligros de<br />
la desfloración. Las causas del rechazo de la femineidad. Historial<br />
de una fobia a la desfloración. Una sesión psicoanalítica.<br />
En los capítulos anteriores se ha tratado de la menstruación,<br />
es decir, de un proceso biológico que concierne únicamente<br />
a la mujer. La experiencia de la desfloración se produce<br />
entre ella y su compañero. Mientras que hasta ahora hablamos<br />
de cómo fantasías e imágenes internas influyen sobre<br />
los procesos de su propio cuerpo, entramos ahora a dilucidar<br />
una situación que implica a una pareja que se eligió, por lo<br />
menos generalmente en nuestra sociedad actual, libremente<br />
y por amor. Pero ya en esta elección actuaron muchos factores<br />
inconscientes, una percepción inconsciente también del<br />
carácter y la manera de ser del otro, quien, en adelante, servirá<br />
de pantalla para proyectar sobre él y su cuerpo imágenes<br />
internas idealizadas u horroríficas. Además, la decisión de la<br />
mujer contiene ya, aunque lo ex<strong>cl</strong>uya conscientemente, la<br />
promesa o amenaza de su futura maternidad.<br />
En culturas primitivas la desfloración es un acontecimiento<br />
que, al igual que la menstruación, es rodeado de múltiples<br />
tabús y ceremoniales.<br />
159<br />
Según Freud (1), surge el tabú allí donde el primitivo teme<br />
un peligro.<br />
Siente el valor de afrontarlo siempre que cumpla con<br />
ciertas medidas protectoras. Por ejemplo, la desfloración suele<br />
ocurrir en medio de una fiesta, con el consentimiento de toda<br />
la tribu y con la ayuda de los sacerdotes. Aun cuando estemos<br />
ya lo bastante alejados de las sociedades primitivas,<br />
nosotros seguimos ritos idénticos. La virginidad de la mujer<br />
soltera es tabú, y para que la desfloración ofrezca un mínimo<br />
de peligros hay que cumplir con la ceremonia nupcial, presenciada<br />
por un público benévolo. Además, hay que atenerse<br />
a ciertos ritos simbólicos, como el que dispone que la novia<br />
entre en la iglesia del brazo del padre, y salga al lado del esposo,<br />
que se vista en determinada forma, etc.<br />
¿Pero contra qué temor se defiende el novio por medio<br />
de todos estos rituales? Según Freud el hombre teme la hostilidad<br />
de su joven esposa, de la virgen desflorada, por varias<br />
causas. Durante la desfloración el novio vierte la sangre de su<br />
compañera. La idea de la sangre está ligada a violencia, hostilidad<br />
y crimen. Haberla vertido despierta sentimientos de<br />
culpa y de temor a la hostilidad de la víctima. Por otra parte,<br />
este temor estaría justificado: la joven esposa sentiría, efectivamente,<br />
rencor contra su marido por haberle infligido una injuria<br />
narcisística, destruyéndole un órgano: el himen. Asimismo,<br />
como muchas mujeres rechazan su condición femenina y<br />
envidian al hombre la posesión de su pene, odian a quien las<br />
obliga a renunciar a sus fantasías varoniles y a reconocerse<br />
mujeres. En este plano la desfloración significaría, al igual<br />
que la menarquía, la castración del pene ilusorio. Encontramos,<br />
pues, de nuevo, el concepto de castración fálica de la<br />
mujer como causa de angustias del hombre frente a ella.<br />
Además, el hombre, que ve en el coito un acto humillante<br />
y bajo para la mujer y siente que la domina durante el mis-<br />
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