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Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl

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píldora igualmente suele ser causa de conflictos personales y<br />

de pareja.<br />

Por lo común el marido impone un límite. Ya no quiere<br />

tener más hijos.<br />

Ella, mentalmente tampoco quiere, pero se siente físicamente<br />

frustrada y despreciada en su capacidad más valiosa.<br />

¿Qué pasa entonces? Se resiente con el marido y se<br />

vuelve frígida o desganada. "¡Querido, estoy tan cansada<br />

hoy, será otra vez!" A la mujer casada y madre le cuesta muchas<br />

veces emancipar el placer sexual de la posibilidad -<br />

deseada y temida- de un nuevo hijo. Durante dos mil años sólo<br />

las prostitutas tenían la lacra-derecho de gozar sin consecuencias.<br />

Las esposas nunca. Y, repetimos, aunque conscientemente<br />

esté de acuerdo con el marido, muchas veces la<br />

mujer siente que él la rebaja y lo acusa de que "eso" es lo<br />

único que le interesa.<br />

No pretendo afirmar que siempre las cosas ocurran así.<br />

Pero se pueden señalar conflictos que se producen con bastante<br />

frecuencia. Un ejemplo concreto: una paciente mía me<br />

vino a ver de nuevo después de unos años de haberse analizado<br />

conmigo. Profesional exitosa, madre de tres hijos, su<br />

matrimonio era armónico, pero el marido no quería tener más<br />

hijos y logró convencerla mentalmente. Sin embargo su cuerpo<br />

se rebeló. A pesar de las medidas de precaución quedó<br />

embarazada.<br />

El marido no cedió. Se decidió que abortara y que sustituyera<br />

al diafragma (tan expuesto a un manejo "inhábil" inconsciente<br />

que burle su finalidad) por la píldora. Ella le hizo<br />

caso, pero se deprimió profundamente. Por eso me vino a<br />

ver. En esos días tuvo un sueño. Antes de dormir habían tenido<br />

una relación sexual con orgasmo.<br />

Y en el sueño se repetía esta situación, pero ocurría que<br />

el marido durante la eyaculación y ante su horror y su asco,<br />

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simultáneamente estrangulaba a una gata. Mi paciente empezó<br />

a asociar con los elementos del sueño.<br />

Cuando niña, había tenido una gata muy querida. Esta<br />

tuvo cría y solamente a ella permitía tocar a los gatitos. Pero<br />

un día estos desaparecieron -su madre los había ahogado- y<br />

cuando ella se acercó a la gata ésta en su desesperación la<br />

arañó furiosamente. En el sueño la gata simboliza, pues, a<br />

una madre desesperada cuya cría es despreciada y matada,<br />

y que ella no sabe defender, pero sí vengar, rasguñando. Pero<br />

si ella se identifica con esta parte gata-madre corre peligro<br />

que su marido la mate. Además, quiere a su marido y quiere<br />

gozar.<br />

Así el acto sexual se vuelve conflictivo porque dentro de<br />

ella la parte madre, desesperada, asesinada y asesina está<br />

atacando, rasguñando, a la otra que goza.<br />

Como mencioné antes, la pubertad se caracteriza por<br />

una menstruación que con frecuencia es de ci<strong>cl</strong>o anovulativo.<br />

Pero lo mismo ocurre en la menopausia: la ovulación empieza<br />

a hacerse poco frecuente, mientras que la menstruación todavía<br />

persiste. Los trastornos psicológicos de esta época de<br />

la vida son bien conocidos: sensación de vacío, de tristeza<br />

aparentemente injustificada, de falta de entusiasmo.<br />

Menciono esto relacionándolo con un encuentro que tuve<br />

hace poco. Una ex analizada mía me llamó por teléfono<br />

para convenir una entrevista, porque últimamente se sentía<br />

muy mal. Mujer joven, de menos de cuarenta años, delgada,<br />

muy atractiva, buena profesional y madre de tres hijos. Solía<br />

llevarse bien con su marido. Sin embargo, como me explicó,<br />

estaba muy mal. Todo carecía de sentido, últimamente. Le<br />

pregunté: "¿Y los chicos?" "Si, bien, gracias, pero..." "¿Y con<br />

Jorge?" "Si, si, todo como siempre, aunque..." "¿El trabajo?"<br />

"Mire, no tengo problema ahí; pero tengo que confesarle que<br />

no me interesa demasiado". Si, obviamente se trataba de una<br />

depresión endógena: ninguna causa externa justificaba, ni pa-<br />

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