Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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no podían esperarse cambios favorables de su estado. Actualmente<br />
consideramos joven a la mujer de 40 años, desde<br />
luego la aceptamos en análisis; y también la mujer de 50 y 60<br />
años tiene en nuestra sociedad posibilidad de realizarse en<br />
muchos terrenos. Consecuentemente las crisis de edad aparecen,<br />
siempre que se presenten, en una edad bastante posterior<br />
a la de antes.<br />
Flanders Dunbar (v. Ind. Bibl.) sostiene que el considerar<br />
las psicosis involutivas consecuencia directa de los cambios<br />
hormonales <strong>cl</strong>imatéricos nos parecerá, dentro de un tiempo,<br />
tan irracional como la creencia de fin del siglo pasado de que<br />
la masturbación o excesos sexuales sean causantes de psicosis.<br />
Habla en favor de su tesis el hecho de que las psicosis<br />
involutivas no son modificables a través de tratamientos hormonales.<br />
<strong>Estudio</strong>s cuidadosos demostraron, además, que las mujeres<br />
que presentan trastornos menopáusicos ya sufrían con<br />
anterioridad de trastornos nerviosos.<br />
Son las mujeres de ajuste sexual pobre, de carácter rígido<br />
con dificultades de adaptarse a cambios, y de un campo<br />
de intereses limitado, que corren riesgos de envejecer. Eso<br />
es fácil de comprender. La mujer que gozaba sexualmente<br />
hasta entonces, comprobará pronto que no perdió esta facultad,<br />
ya tan firmemente establecida, que adquirió independencia<br />
de los procesos hormonales, mientras que la mujer que no<br />
gozó nunca, ahora ve desaparecer su última posibilidad. La<br />
mujer de carácter rígido tolerará peor los cambios que ya sufre<br />
su cuerpo, y que padecerá más aún su vida con la vejez<br />
que se avecina. Y la mujer de intereses limitados, al ver desintegrarse<br />
el campo de sus actividades (la labor del hogar a<br />
menudo pierde importancia cuando los hijos se van) se sentirá<br />
fácilmente inútil y centrará ahora todos sus cuidados, que<br />
antes dedicaba a la familia, en actitud hipondríaca en su propio<br />
cuerpo. En contraste con ella, la mujer que siempre tenía<br />
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intereses múltiples, renunciará más fácilmente y casi sin darse<br />
cuenta a su capacidad de crear biológicamente, ya que es<br />
creativa en otros terrenos.<br />
Aunque envejecer siempre es penoso, y más aún si se<br />
quiere a la vida, este proceso se volverá "crítico" únicamente<br />
debido a un interjuego de factores personales, ambientales y<br />
sociales.<br />
Pero el cambio concreto biológico, que experimenta la<br />
mujer en esta época de su vida, revivirá en su inconsciencia<br />
siempre las experiencias y los conflictos psicológicos de<br />
cambios vividos anteriormente por ella. Helene Deutsch (l. c.)<br />
ve en el <strong>cl</strong>imaterio y sus reacciones psíquicas y somáticas<br />
tanto una repetición como la contraparte de la menarquía. La<br />
mujer para por un estado psicológico de dudas, vacilaciones,<br />
temor al futuro, intensificación y rechazo de su sexualidad, de<br />
oscilación entre deseos de aislarse y una gran actividad social,<br />
etc., que se parece en mucho a las reacciones de la niña<br />
púber. Además, hasta parte de las reacciones físicas, como,<br />
por ejemplo, los frecuentes trastornos vasomotores, son parecidas.<br />
Helene Detusch dice que estudiando los conflictos de<br />
determinada mujer frente a su menarquía se pueden prever<br />
sus futuras dificultades <strong>cl</strong>imatéricas. Pero esta semejanza está<br />
en contraste con una diferencia fundamental: todo lo que la<br />
niña adquiere en la menarquía, la mujer madura lo pierde en<br />
la menopausia. Esta significa para ella una muerte parcial y<br />
su anulación para las funciones dedicadas a la especie. Por<br />
eso, mientras que el <strong>cl</strong>ima de las fantasías, los deseos y conflictos<br />
puberales es el resignado "demasiado temprano", la<br />
mujer <strong>cl</strong>imatérica tropieza en sus intentos de realización con<br />
un triste "demasiado tarde". Los parecidos y el carácter de<br />
crisis del estado psicológico de ambas etapas provienen de<br />
esta imposibilidad de realización, impuesta por la edad, demasiado<br />
corta de la niña, demasiado avanzada de la mujer<br />
envejecida.<br />
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