Maternidad y Sexo Estudio Psicoanalitico y - Comunitarios.cl
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esta frustración provenía de un destete brusco, determinado<br />
por un nuevo embarazo de su madre. Pero al hablar de frustración<br />
en la etapa oral no me refiero únicamente a una alimentación<br />
inadecuada. Ésta puede ser, desde el punto de<br />
vista pediátrico, muy adecuada, y el niño sentirse frustrado.<br />
Probablemente, el lactante sienta también toda falta de cariño<br />
y las más diversas molestias en el plano oral como hambre.<br />
Esto provoca su odio contra la madre frustradora y su deseo<br />
de succionarla, vaciarla y quitarle a la fuerza el contenido negado<br />
de su cuerpo. Estas fantasías inconscientes pueden llevar<br />
más tarde a la niña a creer que su madre, en justa venganza,<br />
la haya vaciado y privado así de su capacidad de tener<br />
hijos.<br />
Por otra parte, puede causar temor de embarazarse a la<br />
mujer ya adulta. En su inconsciente teme que ahora su madre<br />
podría privarla del contenido valioso de su propio cuerpo, representado<br />
por el niño. En cuatro de nuestras enfermas la<br />
frustración oral y el odio consecutivo se ligaban, además, directamente<br />
con la idea de la madre embarazada, por el hecho<br />
del destete debido a la gravidez de aquélla. Su odio contra la<br />
madre se había reforzado y había causado su envidia contra<br />
los hermanos cuando observaban que la madre los alimentaba.<br />
En una de nuestras enfermas, la señora Z., faltaba ese<br />
factor, por lo cual, al parecer, no podría hablarse de odio contra<br />
la madre embarazada, ya que ella era su hija menor. Sin<br />
embargo, Helene Deutsch (l. c.) sostiene que a menudo precisamente<br />
la hija menor vive en el temor y en la obsesión<br />
continuos de que su madre podría estar embarazada y cree,<br />
si no nace otro hermano, haberlo impedido mágicamente por<br />
la violencia de sus malos deseos. Este concepto es válido para<br />
la señora Z., cuya madre vivía, además, despreciando a su<br />
propio sexo obsesionada por la idea de un embarazo. Acontecimientos<br />
trágicos en relación con la maternidad de la madre<br />
intervienen como factor fundamental para crear un obstáculo<br />
serio que impide a la hija la identificación con su madre<br />
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justo en sus funciones maternales. Le hacen creer en la eficacia<br />
de su envidia, sus celos y su odio y en la debilidad e inutilidad<br />
de su amor y deseo de reparación. Así la maternidad<br />
se vuelve extremadamente peligrosa para ella, haciéndola<br />
temer, si se expone, a sufrir, como castigo, un destino igual o<br />
peor que el de la madre.<br />
En la última serie del esquema he situado lo que podría<br />
llamarse "el infantilismo o la virilización" de las enfermas. Ex<strong>cl</strong>uyendo<br />
el caso de Silvia, que presentaba un infantilismo<br />
hormonal evidente, los términos se refieren prevalentemente<br />
a actitudes caracterológicas de las enfermas. Hubiera omitido<br />
esta serie si en la literatura respectiva no se insistiera tanto<br />
sobre este aspecto, tomándolo erróneamente como causa de<br />
la esterilidad. La niña púber no queda infantil, ni se viriliza,<br />
volviéndose más tarde estéril por este motivo sino para protegerse<br />
contra los peligros que la fertilidad entraña para ella.<br />
También se viriliza si teme no poder ya ser mujer. Finalmente,<br />
he hablado de su dificultad de identificación con la madre. Entonces<br />
elige otra forma de acercarse a ella; quedará niña o<br />
intentará transformarse parcialmente en varón, según crea<br />
poder retenerla o conquistarla mejor.<br />
Las causas que pueden haber provocado la esterilidad<br />
de estas enfermas evidentemente se encuentran también en<br />
mujeres fértiles. Pero creo que siempre causarán dificultades<br />
psicosomáticas o psicológicas a sus capacidades maternales.<br />
Relataré brevemente tres historiales demostrativos al respecto<br />
para in<strong>cl</strong>uirlos en nuestro esquema.<br />
El historial de la señora M. fue publicado por Cárcamo<br />
en nuestro trabajo en común (l. c.). Era una de las mayores<br />
de una larga serie de hijas mujeres. Su madre, psicótica, sufrió<br />
un episodio melancólico después de haberla dado a luz.<br />
Por esa causa ella fue sacada de su casa y entregada primeramente<br />
a un ama de leche y después a un matrimonio amigo,<br />
sin hijos, que la trataba muy bien. Volvió a su casa cuan-<br />
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