R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes

180
La Palma
Rescatando la memoria
una blusa de tirantes que les sirviera para ir a la piscina y para la fiesta de San
Antonio del Monte, la mejor que se celebra en el pueblo.
Los hicimos en la escuela por la tarde. Yo los cortaba, ellas los hilvanaban y
las madres los cosían a máquina. Alguno me tocó coser en casa de la vecina,
que todavía lo recuerda.
Cuando llegó el día, salimos muy temprano
por el norte. No quedó rincón de Santa Cruz de
La Palma que no visitáramos. Fuimos al barco, al
aeropuerto, al mirador de La Concepción, a Las
Nieves.
A la hora de comer acampamos en mi piso.
Lo acababa de comprar y todavía estaba vacío.
Comimos sentadas en el suelo. Como dijo una
niña;
“Parece un día de campo en la ciudad”. Después
fuimos al cine, y a la salida, de vuelta a casa
por Fuencaliente.
Le dimos la vuelta a la isla, algo sumamente difícil en aquel tiempo, por las
carreteras que había y por el tiempo que se tardaba.
Se nos hizo de noche por el monte, y para acabarla de empatar, el chófer,
que no era Juvencio, se equivocó de camino y tardamos un rato más.
Cuando llegamos al pueblo eran las once de la noche. Los padres nos esperaban
en la plaza con los carburos encendidos. ¡ Qué preocupados estarían!
Pero nosotras no pensábamos eso y entramos al pueblo cantando a todo lo
que nos daban los pulmones.
Fue una experiencia inolvidable. Todavía hoy, cuarenta y tres años después,
me lo recuerdan.
Guardo muy buen recuerdo de mi escuela de Garafía, de los compañeros,
de las familias, de sus gentes, y hasta del trayecto en guagua, que con la costumbre,
llegó a ser divertido.
Son trocitos de vida que van quedando por el camino. Recordarlo, para
mí, es una satisfacción. Me alegro mucho de haber compartido con ellos los
primeros pasos de mi profesión. Fueron enriquecedores, aprendí mucho.
Cuando me encuentro con alguna alumna es una alegría. Me enseñan sus