R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes

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Gran Canaria
Rescatando la memoria
juego con dados, cartas y un tablero, pero se lo trajo incompleto en la bolsa
que preparó para venir.
-Cariño, no te preocupes -le digo sin darle más importancia. -Vamos a jugar
de todos modos.
Bajamos a la terraza y abro un armario, de estos para exterior, donde guardo
pinturas, cajas de herramientas..., y todas esas cosas que uno se encuentra
por la casa y la primera intención es tirarlas a la basura. Mi nieto abre los ojos
como platos, con ese entusiasmo y esa expresión de sorpresa..., para mí que
siente como si acabara de entrar en la cueva de Alí Baba.
Yo cojo unas botellas de agua vacías, de las pequeñas, de plástico, y una
pelota de las que él tiene aquí. Colocamos las botellas como para jugar a los
bolos y mientras él pregunta:
-Abuela, ¿por qué tú tienes tantas cosas?
Y le explico que cuando yo era pequeña...
-Cuando yo era niña no existían los juguetes, cualquier cosa condimentada
con una buena dosis de imaginación se convertía en un fantástico en-