R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes

Cachitos
de mi vida
-¡Abuela! ¡Abuela! Me voy a quedar aquí esta noche.
Aquí llega mi nieto, subiendo por la escalera, con esa alegría que le sale por
todos lados. Es mi único nieto, de mi hijo, el único varón. También tengo dos
hijas: la mayor y la más pequeña.
¡Este chiquillo me tiene loca!, de felicidad, claro. Su llegada fue un soplo de
aire fresco en mi vida. Porque nació y a los cuatro meses murió mi marido, así
que supongo que sin este niño todo hubiese sido muy distinto, él es la alegría
de la familia.
-¡Abuelaaa! Que me traje la ropa para mañana, el pijama y las zapatillas, ¡me
voy a quedar!
Me abraza y me besa como si no me hubiese visto en varios días, y yo a él
también.
-¡Mi niño! ¡Qué bien! También yo estoy contenta de tenerte aquí.
Y ahora quiere que juguemos; ¡el pobre!, me dice algo disgustado que trajo
un juego, uno de los que le dejó Melchor, pero que se dejó el tablero; es un
Gran Canaria
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