R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes
R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes
R LA MEMORIA 8 2008.indd - Adipymes
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
214<br />
Gran Canaria<br />
Rescatando la memoria<br />
de las cruces laterales, pues llegaba agotada y jadeante. Una vez relajada, dejaba<br />
libre mi imaginación para crear los más dorados sueños de juventud.<br />
A partir de las Tres Cruces comenzaba un largo camino marcado por las<br />
huellas del hombre a través de grandes extensiones de terreno donde crecían<br />
retamas, tederas, aulagas... Con suerte podía encontrar a un campesino con su<br />
yunta de bueyes preparando el terreno para la siembra de avena, centeno o<br />
cebada; un jovenzuelo tirando de su burro cargado de hierba o un caminante<br />
solitario como yo, que seguía su sendero. Percibía en alguna ocasión la carrera<br />
furtiva de una lagartija cambiando de escondrijo o la osadía del lagarto<br />
veterano que no renunciaba con mi presencia a la caricia del sol. Trazando<br />
caprichosas piruetas, los gorriones y las abubillas me saludaban con sus cantos<br />
desgarrados. En fin, la naturaleza se manifestaba con tanta solemnidad que mi<br />
entendimiento se llenaba del misterio sobrenatural de la vida y mi espíritu de<br />
una enorme sensación de pequeñez.<br />
Tras haber recorrido el largo camino me encontraba en la orilla opuesta<br />
del barranco, pudiendo divisar escalonadas mesetas con casitas blancas muy<br />
concentradas y rematadas por añosos tejados. Una de las últimas era la casaescuela.<br />
Daba entrada a la vivienda una puerta vieja y destartalada que permitía<br />
el paso a un escenario paralizado en un pretérito lejano.<br />
A primera vista destacaba un patio formado por piedras irregulares unidas<br />
con cemento. Había una habitación muy sencilla para la maestra; otra habitación<br />
con piso de madera era la escuela y un reducido espacio con paredes<br />
de piedra y barro sin encalar era la cocina, con un “poyete” sin accesorios<br />
incluido. El sucedáneo del baño estaba fuera de la vivienda y consistía en un<br />
hoyo profundo, cavado en la tierra y tapado con una rústica pieza de madera,<br />
lo cual explica que tuviéramos que utilizar tinajas y palanganas para todos los<br />
usos de cocina y aseo.<br />
Por la infraestructura del lugar comprendí que sería pobre el medio social<br />
y cultural que me aguardaba. Y como no podía pasar, dado mi carácter, de las<br />
relaciones humanas, rápidamente me introduje en el ambiente de mis vecinos<br />
compartiendo con ellos sus inquietudes sobre el tiempo, la lluvia, el viento, las<br />
cosechas… Visitaba sus hogares y compartía sus costumbres. Había también<br />
algunas ocasiones especiales: las descamisadas, las partidas de almendras, las<br />
cogidas de papas, las matanzas de los cerdos… Estas actividades eran buena