PERSPECTIVAS - International Bureau of Education - Unesco
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notable contribución al renacimiento intelectual, en particular bajo el dominio de la dinastía<br />
Abasida (750-1258), gracias a eruditos famosos como el físico Rachid ad Din, el jurista Al-<br />
Awazi y el filós<strong>of</strong>o Qusta ibn Luqa.<br />
Durante ese periodo, el sacerdote de cada comunidad enseñaba a los niños los<br />
rudimentos de la lectura y la aritmética. Durante el periodo mameluco y a principios del<br />
otomano, los jeques musulmanes o los sacerdotes cristianos desempeñaban también la función<br />
de pr<strong>of</strong>esores e impartían educación gratuitamente en la mezquita o la iglesia adyacente, que<br />
se utilizaba como aula. Como en la mayoría de las sociedades tradicionales, la continuación<br />
de los estudios más allá del nivel básico de educación era privilegio exclusivo de las órdenes<br />
clericales y religiosas, mientras que los hijos de las personas pudientes recibían la enseñanza<br />
de tutores privados. Puesto que durante ese periodo la educación básica era una función de las<br />
escuelas comunitarias “religiosas”, la escolarización tradicional no era un medio de<br />
integración nacional.<br />
Este tipo de escolarización fue el modelo principal de la educación formal hasta la<br />
llegada de los misioneros al Líbano en el siglo XVII. Los primeros en llegar fueron los jesuitas,<br />
que reactivaron las escuelas que habían establecido los sacerdotes maronitas locales o<br />
abrieron nuevas. En el siglo XVII, el Líbano era un semiestado autónomo (principado) bajo el<br />
dominio de los otomanos, en el que el príncipe nacional (emir) toleraba el funcionamiento de<br />
las misiones europeas. En el desempeño de sus funciones, los misioneros jesuitas, capuchinos<br />
y lazaristas fundaron escuelas e iglesias. Las monjas contribuyeron también al logro de la<br />
misión educativa católica fundando escuelas en muchas ciudades libanesas. En el siglo XIX,<br />
los misioneros británicos obtuvieron la autorización de los otomanos para abrir escuelas en el<br />
Líbano y los primeros misioneros estadounidenses en el Líbano pudieron trabajar con bastante<br />
libertad porque viajaban con pasaporte británico. Asimismo, los misioneros de Italia, Rusia,<br />
Alemania e Irlanda participaron en la creación de escuelas en el Líbano.<br />
Así pues, la participación occidental en el Levante facilitó la aparición de otra tradición<br />
de escuelas libres, escuelas que se abrían y funcionaban sin la orientación y la asistencia de<br />
las autoridades civiles. El hecho de que no hubiera ninguna iniciativa <strong>of</strong>icial otomana de<br />
establecer una red de escuelas gubernamentales explica en gran medida que en la historia<br />
moderna del Líbano la educación fuera asunto exclusivo de la comunidad y el sector privado.<br />
Si bien los logros educativos de las escuelas de los misioneros merecen reconocimiento, sus<br />
repercusiones en la unidad nacional y la cohesión social son cuestionables, dado que las<br />
familias musulmanas no enviaban a sus hijos a esas escuelas. Todas las comunidades<br />
libanesas disfrutaron del sistema de escuelas gratuitas, ya se tratara de escuelas comunitarias o<br />
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