compendio

98 COMPENDIO
xan seducir! Desde entonces andan los infelices
Judíos errantes en todas las naciones, aborrecidos
y despreciados.
Tito en su conquista tuvo el auxilio de
las armas de Agripa, y con el trato de su
hermana Berenice engañaba el fastidio de tan
largo sitio; pero esta Princesa no le entregó un
corazón nuevo, pues habia estado casada con
un Rey de Arabia, á quien dexó por Filipo
Príncipe de su familia, de cuyos brazos pasó
Voluntariamente á los de Herodes su cuñado.
Sin embargo una grande hermosura, la experiencia
y uso de la lisonja cautivaron al vencedor
de Jerusalen, á falta de la ternura, que
debia estar en ella muy desgastada con tantos
amores. Se la llevó á Roma, y allí fue tan
señora de la casa de Tito, como si hubiera
sido su muger; y aun dicen que se habria casado
con ella, á no temer que la alianza con
una Judía, reprobada de los Romanos, le cerrase
el camino al imperio; y así la despidió con
bastante sentimiento suyo y de ella. Un poeta
francés celebra con su acostumbrada elegancia
la tierna despedida de estos amantes.