compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. 2$$
guntar: „Qué era lo que los plebeyos que­
rían." Respondieron estos secamente : „Bien lo
sabéis, y presto conoceréis quales son los ene­
migos con quienes habéis de pelear." Esta
respuesta referida en el Senado dio lugar á
grandes debates. El ex-Dictador dio al Sena­
do en rostro con la poca atención que ha­
bían merecido sus consejos. „No habéis que­
rido , les dixo, concederles algunas gracias
con que se hubieran contentado, y ahora os
pedirán mas para el presente, y seguridades
para después." Aconsejó pues que enviasen
una grande diputación con el encargo de ha­
cer la paz, y de reducir el pueblo á toda
costa. Apio, el inflexible Apio, veia la ruina de
la república en la menor condescendencia, y
gritaba: „Gran Júpiter, apartad los males que
nos va á causar esta debilidad impolítica;" y
queria que sin manifestar inquietud se espe­
rase el arrepentimiento del pueblo, aunque
hubiese de recurrirse á las armas en caso ne­
cesario. Tenia este Apio á su favor toda la
juventud zelosa de sus prerogativas: los vie­
jos por el contrario persuadidos á que un
poco de condescendencia nada quitaría de su
estimación personal, no creyeron que hubie­
se riesgo en dar algunos pasos. Prevaleció