compendio

2 2 O COMPENDIO
una noche hasta los cimientos. Mandó qui­
tar las hachas de los fasces consulares por ser
objetos de terror, y mandó á los lictores que
las abatiesen delante de la asamblea del pue­
blo. Le sacrificó muchos derechos de la au­
toridad de su cargo, y tal vez seria esta con­
descendencia la que inspiró al pueblo aquel
gusto de dominar, y aquel espíritu turbu­
lento que puso mas de una vez la repúbli­
ca en peligro. Publicóla es el primer lison­
jeador del pueblo.
Vencidos los Beyentanos solicitaron y con­
siguieron los Tarquinos el auxilio de Pórse-
na, Rey de los Clusios en Etruria. En esta
guerra abandonó la victoria á las águilas ro­
manas; pero la firmeza y constancia de los Ro­
manos las hizo triunfar siempre. Se cita con­
tinuamente con elogio el valor de Horacio Co-
cles, que defendió él solo la entrada del puente
por donde huian las legiones asustadas: sostu­
vo el choque de los enemigos mientras detras
de él cortaban sus compañeros el puente: y
quando le vio ya cortado, se arrojó al rio y
se salvó á nado. La ciudad, que entonces se
componía de trescientos mil habitadores, ata­
cada sin haberse prevenido, experimentó una
horrible miseria. Pórsena se aprovechó de