compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. 247
fo, y pidieron que se llamase al desterrado.
Pero el Senado , acordándose de su antigua
dignidad, no quiso dar este paso con un re­
belde ; y quando mas , consintió en tratar
con él, insinuando que la libertad de volver
á su patria podria ser una conclusión de la
paz. Recibió Coriolano á los diputados con
altivez, aunque la mayor parte, y entre otros
Minucio , eran sus antiguos amigos, y los hi­
zo pasar por entre las filas de los soldados,
los quales los amenazaban. En punto de los
Volscos impuso á los Romanos por condición
lo que imaginó que mas podia mortificarlos.
„En quanto á mí, añadió, un simple llama­
miento repara suficientemente las afrentas re­
cibidas; ¿pero qué seguridad puedo tener en
mi patria quando unos Tribunos descarados,
un Sicinio y un Decio , pueden armar un
populacho vil contra mi ? N0, Roma es una
madrastra, pues ha tratado con la mayor cruel­
dad á un hijo que solo aspiraba á sacrificar­
se por su gloria. Ella conocerá por los efec­
tos de mi resentimiento si los dioses favore­
cen mi causa ó la suya. Volveos: treinta dias
os doy ; y pasado este término me presen­
taré al pie de estas murallas para oir vues-
tia respuesta." Emplearon los Volscos esta