compendio

DE IA HISTORIA UNIVERSAL. 237
guidez; y, aunque muy tarde, conocieron ios
miembros que aquel á quien tenían por inútil
contribuía mas que todos al interés común." Es­
te apólogo aplicado al gobierno hizo grande
impresión, y sobre todo porque oyeron que el
Senado consentía en la abolición de las deudas.
Todos los soldados lo recibieron con gran­
de aplauso , y ya no pedían mas. Levanta­
ban ya sus tiendas para seguir á los diputa­
dos quando los detuvieron sus xefes, y dixo
Bruto: „Grande paso se ha dado en favor
del pueblo, y sin duda la_ condescendencia
del Senado debe excitar nuestro reconocimien­
to. ¿Pero qué seguridad nos dan para en
adelante? ¿Qué otra podéis pedir, respondió
Menenio , sobre la que os dan nuestras le­
yes y la constitución de la república ? Per­
mitidnos, replicó Bruto, proponeros una que
no podéis negar si son rectas vuestras inten­
ciones. Esta es que se le autorice al pue­
blo para elegir anualmente magistrados que
no tengan en Roma otra autoridad que la
de protegerle." Sorprehendidos los diputados,
dixéron : „Que no tenían poderes en este
punto , y era preciso dar parte al Senado."
A esta proposición se encolerizó Apio en tér­
minos que parecía arrojar rayos, anunciando las