compendio

I38 COMPENDIO
Pidió Hormisdas desde el calabozo que le oye­
sen en una junta de la nación: le llevaron á
la presencia de sus vasallos, y alegando él mis­
mo á favor de su causa con la energía que
da la desgracia, hizo alguna impresión. Pero
tomando la palabra Bindoás, dio á su discur­
so una respuesta insultante y larga, y con­
cluyó haciendo présente á los que componían
el tribunal quanto debian temer si restituye­
sen al trono al que se habían atrevido á aba­
tir hasta hacerle comparecer en su presencia.
Esta razón los determinó, y así volvió el in­
feliz Monarca á la prisión, en donde le pasa­
ron por los ojos un hierro encendido con el fin
de inutilizarle para el trono. Habia pedido que
á lo menos no le dieran por sucesor á su hijo
Cosroas, cuyas malas propiedades expuso, sino
á su hijo Hormisdas, Príncipe benigno , que
haría la felicidad de sus pueblos. Comunmen­
te es sentencia de proscripción la recomenda­
ción de un infeliz : y así quitaron la vida á
Hormisdas y á su madre, colocando en el tro­
no á Cosroas. Todavía daba inquietud á este
su padre con estar ciego; y sus quejas, por no
contenerlas en los límites de su prisión, im­
portunaban á este hijo desnaturalizado, que le
hizo asesinar.