compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. 3 I I
la delación. No dexáron á las mugeres otro
arbitrio que beber la confección para que se
viese su delito: y quando abrazaron este parti­
do se tendrian por seguras; pero como la mix­
tura era para cuerpos enfermos y preparados,
pudo ser mortal recibida en cuerpos sanos y
sin preparación alguna: y así seria para las in­
felices un verdadero veneno que las quitó la
honra y la vida: en cuyo caso los culpados
fueron los delatores. Mirado el punto de este
modo es mucho mas conforme al carácter co­
nocido de las damas romanas, celebradas por
su prudencia y fidelidad, gravedad de costum­
bres , y todas las virtudes de su sexo , que
muchas veces exercitáron con heroísmo.
Advierten los historiadores que siempre se
interesaron mucho en la gloria de Roma, y
que eran personales para ellas las desgracias
de la república. Así es que se vistieron de luto
con todo el aparato del dolor al oir la noticia
de la funesta aventura que sucedió al exército
del Cónsul Postumio en el país de los Samniras.
Conducido por unas guias infieles se entró en
un sitio estrecho dominado de escarpadas mon­
tanas , y sin mas que una salida, que al llegar
el exército, advirtió que la habian cerrado con
grandes piedras y gruesos árboles. Retrocedió,