compendio

yS COMPENDIO
cípulos: Vamos á resucitarle. ¡ Qué contras­
te tan admirable presentan esta sensibilidad pa­
ra con un amigo , y la indiferencia con que
predixo las injurias que le habian de hacer,
los tormentos que padecería, y la muerte
ignominiosa que le estaba preparada!
Esta muerte fue obra del odio de los
Fariseos, porque se opuso á su orgullo , y
quitó la máscara de su hipocresía. Los Fa­
riseos no cesaron de perseguirle , hasta que
consiguieron su condenación del Gobernador
Poncio Pilato , amenazando á este con que le
delatarían al César si perdonaba á un hombre
que se llamaba Rey de los Judíos. Como la
vida de Jesús habia sido un continuado pro­
digio , también su sepulcro fue glorioso. Al
tercero día salió de él resucitado, se dio á
ver á sus Apóstoles, y les mandó que fuesen
á predicar su doctrina por toda la tierra. En
un siglo tan ilustrado como el de Augusto, y
en ciudades opulentas, que eran el centro del
luxo y los placeres, doce hombres ignorantes
y rústicos hicieron que se adoptase una religion
fundada en misterios, contraria á la concupis­
cencia desenfrenada, enemiga del fausto, y de
todo lo que lisonjea á la soberbia humana.
La plantaron y la hicieron prevalecer en los