compendio

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cioVles fueron ele grande importancia, porque
Artaxares volvió á tomar todas las provincias
que le quitaron al principio de la expedición,
y murió después de un reynado glorioso de
doce años , llorado y admirado de todos.
Sapor su hijo (242} vio al principio sus
estados invadidos por el Emperador Gordiano
el joven: se los restituyó Filipo: se arrepin­
tió , y volvió á tomarlos. Se restableció en
ellos Sapor, y le acometió de nuevo el Empe­
rador Valeriano, á quien el Monarca de Persia
hizo prisionero; y después de haberle hecho
marchar ignominiosamente á la cabeza de su
exército , sirviéndose de él algunas veces pa­
ra montar á caballo, poniéndole el pie sobre
el cuello, dicen que le hizo desollar vivo. Es­
ta crueldad es muy creíble de un hombre que
hacia echar los prisioneros en los huecos de
los caminos para igualarlos, y facilitar el pa­
so de los bagages. A pesar de esta barbaridad
insultante, se dice que Aureliano, sucesor de
Valeriano, dio á Sapor su hija por esposa,
aunque esto no se compone con el triunfo
de Aureliano , en que mostró á los Romanos
el carro de Sapor. Acompañaban á esta Prin­
cesa dos médicos Griegos, que llevaron al
Oriente los escritos de Hipócrates. En el rey-