compendio

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dicio en el zelo de las prerogatívas de su
orden, no podia ver sin indignación los gol­
pes que sin cesar la daban los Tribunos. To­
do les venia bien para envenenar al pueblo
contra el Senado. Sobrevino una hambre , y
decian que era culpa de los patricios y de
los ricos, que encerraban el trigo para ven­
derle mas caro. En esta persuasión el pue­
blo , al qual basta preocuparle para que obre
aunque sea contra sus mismos intereses, cre­
yó que se vengaría bien de los patricios re­
husando alistarse para una expedición que
debia procurarles víveres. Queriendo Corio-
lano que viesen los Tribunos que se podia
ver frustrada su malicia, se pone á la cabe­
za de algunos voluntarios, entra en las tier­
ras de los enemigos, logra ventajas decisivas,
y vuelve con un rico botin de trigo, gana­
dos y prisioneros.
Este triunfo humilló mucho á los Tri­
bunos , y resolvieron vengarse de Coriolano;
pero él muy distante de pretender aplacar­
los, los desafiaba en todas circunstancias. Se
declaró pues en el Senado, con la vehemen­
cia de su carácter, contra la concesión y acuer­
do hecho en el monte sagrado, que era á lo
que debian su origen los Tribunos. Pensaron