compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. JJ
porque el arrepentimiento debe ser animado,
pues no habia de quebrar Jesús una caña
cascada, ni apagar un tizón que todavía hu­
mease con alguna centellita. La muger adúl­
tera , aunque mas culpada , halló gracia en
este Señor quando dixo : El que esté sin pe­
cado arroje contra ella la primera piedra; y
los que la habían acusado creyendo que da­
ría sentencia de muerte, huyen confusos.
Los discursos de Jesús respiran devoción,
sus advertencias el deseo de ser útil: en sus
parábolas se ve la exactitud, y en sus ex­
hortaciones lo patético. ¿Qué virtud no pre­
conizó ? i qué vicio no mereció sus rayos ?
Si restituye el uso de sus pies á un coxo,
si abre los ojos á un ciego, si resucita á un
muerto , todo lo executa como dueño de la
naturaleza, mandando, y sin manifestarse ad­
mirado de su poder. Entra en el mar, y este
se consolida debaxo de sus pies : cinco pa­
nes puestos en sus benéficas manos se mul­
tiplican , y alimentan á cinco mil personas.
Pero este Señor , que es Dios en sus prodi­
gios , se muestra hombre para con sus ami­
gos. Las dulces lágrimas que derrama con
las hermanas afligidas de Lázaro , y aquel
suspiro del corazón con que dixo á sus dis-