compendio

3I8 COMPENDIO
despojos y las tierras conquistadas, A estas
causas de división se juntaba la competencia,
siempre subsistente entre patricios y plebe­
yos , con motivo de los cargos del sacerdo­
cio, y otras prerogativas que pretendían los
últimos. Estas querellas fueron tan vivas que
ocasionaron un cisma ruidoso entre los pa­
tricios y el pueblo , el qual se retiró de nue­
vo al sagrado monte, y fue llamado otra vez
por condescendencia del Senado. No dexa de
admirar que se conservasen en su vigor las
duras leyes contra los deudores, y que el
acreedor tuviese todavía derecho para apode­
rarse de la persona del deudor, y tratarle co­
mo á esclavo. Se executó e6te bárbaro dere­
cho en el hijo de un Cónsul. Reducido este
á tomar prestado con grandes intereses, y no
pudiendo pagar, se vio precisada por el acree­
dor á que le entregase su hijo. El cruel le hizo
azotar con varas, y el espectáculo del desgra­
ciado joven puesto en la plaza, y mostrando
las llagas frescas de los malos tratamientos su­
blevó al pueblo, y provocó el decreto con
que quedó abrogada esta inhumana ley.
Estaba entonces en su vigor (1714/) la
censura de las costumbres, y se exercia no
solo con los que traian una vida disoluta, sino