compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. 21 3
lorar á sus cómplices, y darles impulso para
cometer sin remordimientos acciones atroces
que los interesen en la causa ; y ordinariamen­
te este pretexto es el intento de conseguir la
libertad.
Parece que llevaba Bruto meditado y dis­
puesto este plan. En él entraba como parte ne­
cesaria el juramento. El juramento digo, que
es un freno con que siempre quiere sujetar á
los otros el que una vez le ha recibido. El
que prestaron los ciudadanos, y se exigió aun
á Jos niños y mugeres, de no dexarse gober­
nar jamas por Reyes, se le pidió Bruto á to­
dos los soldados que volvían del exército en
presencia de todos los ciudadanos, los quales
le renovaron. Ganó la voluntad del pueblo
haciéndole dueño de la elección de los dos
magistrados que le habian de gobernar. A es­
tos se les dio el modesto título de Cónsules,
como si dixéramos: hombres que velan y tienen
cuidado. El primero fue el mismo Bruto, y
le dieron por compañero á Colatino que ha­
bia sido marido de Lucrecia: sobre este pun­
to hubo alguna envidia , pero Bruto supo so­
segarla. También se concilio la amistad del
Senado aumentando su poder con añadir cien
miembros mas á los doscientos que ya le com-