compendio

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bre prudente y de grande experiencia, y que
sin duda era christiano: en la corte de Isdi-
gerto habia muchos, y se cree que él tam­
bién lo era. Reynando Varano V, su suce­
sor , volvió á encenderse la guerra contra los
Romanos por el zelo indiscreto de un chris­
tiano que pegó fuego á un templo de los Per­
sas. Mandaba las tropas del Monarca persa un
General llamado Narses, que envió á desafiar
al General de los Romanos, diciendo que de-
xaba á su elección el dia en que pudiesen
hallarse los dos en el campo. „Los Romanos,
le respondió, pelean quando les parece, y no
quando sus enemigos se lisonjean de conse­
guir ventajas. Llamó Varano en su ayuda á
los Sarracenos : esta fue la primera vez que
se hace mención de estos pueblos en aquellos
paises. En su tiempo volvió la religión chris-
tiana á tener favor en Persia por la caridad
benéfica de Acacio , Obispo de Amida. Siete
mil prisioneros persas habian amontonado los
Romanos en esta ciudad sin proveer á su sub­
sistencia : los Clérigos y el Obispo de Ami­
da vendieron los vasos de oro y de plata, es­
tuvieron manteniéndolos durante la guerra ; y
quando se hizo la paz les dieron dinero pa­
ra que se retirasen. Varano llamó á su corte