compendio

258 COMPENDIO
contra las pretensiones de Voleron con toda
la vehemencia de que era capaz. Un Tribuno,
llamado Lectorio , después de haber tratado
á Apio de bestia feroz, contra la qual era pre­
ciso pelear no con palabras, sino con espada;
mandó que el Cónsul saliese de la asamblea:
y viendo que resistía, se adelanta el Tribuno
con sus oficiales para cogerle. Los lictores pa­
tricios le rodean: hubo golpes dados y reci­
bidos ; mas no se derramó sangre, porque en
la ciudad no se llevaban armas ; y así se se­
paró la asamblea con tumulto. Durante la no­
che se apoderaron los plebeyos del capitolio:
todo se dirigía á una guerra abierta, quando el
espíritu conciliador del Cónsul Quincio, y el
de algunos Senadores moderados, restituyó la
paz. Se reconoció que la disensión pasada ha­
bia por una y otra parte nacido de exceso de
zelo por la república; y mediante una peque­
ña condescendencia con el Senado, pasó la ley
de Voleron á pesar de las vivas declamacio­
nes y protestas de Apio.
Se vengo el Cónsul de esta victoria del
pueblo con un rigor excesivo en la disciplina
del exército que le entregaron contra los Vols­
cos. Centuriones y soldados, irritados igual­
mente, renovaron el proyecto, ya antes execu-