compendio

2 08 COMPENDIO
hallasen ocupada del modo mas conveniente
á su sexo, seria declarada por superior á las
otras.
Parten pues: llegan á Roma, y hallan á*
las Princesas, esposas de los jóvenes Tarquinos,
muy acompañadas. Por el contrario, á Lucre­
cia , esposa de Colatino, la hallaron encerra­
da con sus criadas, y trabajando en labores
de lana sin embargo de estar muy adelantada
la noche: por lo que la adjudicaron la victo­
ria con unánime consentimiento. Algunos dias
después llegó Sexto Tarquino á primera no­
che á la casa de campo de Lucrecia, y esta
le recibió como á un amigo de su marido. A
media noche entró en su quarto con la espada
desnuda: la puso la mano sobre el pecho , y
la amenazó con la muerte si hacia el menor
ruido. No queriendo ella escuchar su pasión,
la dixo : Que si insistía la degollaría,'y ma­
taría un esclavo para ponerle al lado de su ca­
dáver en la cama, y publicaría después por
todas partes que no habia hecho mas que ven­
gar la ofensa cometida contra el honor de Co­
latino. El temor de la infamia privó de toda
defensa á Lucrecia ; y Sexto , satisfechos sus
infames deseos, se volvió al campo.
Por la mañana partió Lucrecia : entró en