compendio

DE LA HISTORIA UNIVERSAL. I 1J
cipe todas las calidades necesarias para reynar
gloriosamente: era prudente, inclinado al per-
don y á la justicia, y solo pensaba en hacer
feliz á su pueblo.
No encerraron á la Reyna con Cavades;
pero fue la única que no le abandonó en su
desgracia; le llevaba por sí misma quanto ne­
cesitaba , mas no se la permitía verle. El ofi­
cial que estaba de guardia se enamoró de ella,
y la permitió escribir á su marido. Deseó ver­
le , pero el carcelero puso cierta condición á es­
te favor. Se la participó la Reyna á su esposo,
insinuándole que tenia que lisonjear una pa­
sión que podia serle muy útil. Consiguió pues
hacerle una visita, en la que Cavades supo que
un amigo fiel, llamado Sesoces, le tenia pron­
ta una compañía de guardias, destinada para
acompañarle adonde le pareciese en estando
en salvo. Se tomaron las medidas en conse-
qüencia de esta precaución. Tomó la Reyna
los vestidos del Rey, y él salió con los de
muger á refugiarse en la corte del Rey de
los Hunos, que le recibió bien: dio á su hija
por esposa y un exército. La Reyna, que se
quedó en la prisión por su marido, acción
que merecía á lo menos admirarse, fue trata­
da con mas severidad que clemencia. Cavades,