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Descargar libro - Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau

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tual se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Ballet Nacional <strong>de</strong> Cuba). Otras dos buenas primicias fueronlos anuncios <strong>de</strong> los automóviles Stu<strong>de</strong>baker y Paige, y el que publicitóentonces <strong>la</strong> casi inhabitada p<strong>la</strong>ya <strong>de</strong> Marianao (Social, enero, 1919). Elprimero <strong>de</strong> los anuncios presenta el Stu<strong>de</strong>baker a toda página, sin textoalguno; el segundo, muestra una elegante dama y su perrito sobre el dominanteespacio en b<strong>la</strong>nco <strong>de</strong> <strong>la</strong> página, <strong>de</strong>l cual parecen salir para abordarel auto marca Paige... En el extremo inferior y al centro, un brevetexto. En el <strong>de</strong> <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ya <strong>de</strong> Marianao, aparece <strong>la</strong> foto <strong>de</strong> una joven entraje <strong>de</strong> baño, sombril<strong>la</strong> en mano; arriba, en altas y en un puntaje mayor:¡QUÉ MIRAS! LA FIGURITA DE ESTA PÁGINA... A continuación,en bajas: «pues más le interesa el fondo <strong>de</strong> este cuadro que es <strong>la</strong> lindap<strong>la</strong>ya <strong>de</strong> Marianao...» don<strong>de</strong> no se ve nada, salvo el b<strong>la</strong>nco <strong>de</strong> <strong>la</strong> página.Por último, el <strong>de</strong> <strong>la</strong> tienda El Encanto (Social, febrero, 1922): <strong>la</strong> páginaen b<strong>la</strong>nco; en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma, una fina or<strong>la</strong> enmarca un breve textoen 8 puntos: «El Encanto es <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> los novios. Elija allí su habilitación».Massaguer era un admirador incondicional <strong>de</strong> <strong>la</strong> publicidad norteamericana,con mucho <strong>la</strong> mejor; sin embargo, ello no fue óbice para que enalgunas ocasiones, por escrito o <strong>de</strong> manera verbal, diera su criterio sobreel<strong>la</strong>, sentando un punto <strong>de</strong> vista muy propio sobre el particu<strong>la</strong>r. Así,por ejemplo, en su artículo «La caricatura personal» comenta lo siguiente:«Los norteamericanos, que en sus maravillosas revistas ilustradas,lucen sus indiscutibles dotes <strong>de</strong> parodistas, fantasistas y satiristas, notienen más que un caricaturista <strong>de</strong> fama internacional: Alfred Frueh». Ymás a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte acota: «Como buen sajón, el sonriente amigo es algo ingenuoen <strong>la</strong> sátira». 26En Nueva Orleans, al representar a Cuba en <strong>la</strong> Convención Mundial <strong>de</strong>Anunciadores <strong>de</strong> 1919, ofrecerá una conferencia «medio humorista sobre<strong>la</strong>s pifias <strong>de</strong>l anuncio norteamericano en nuestro mercado». Al respecto,diría Massaguer: «Los artistas (norteamericanos) son incapaces <strong>de</strong> hacerdibujos para Cuba, sin meter una dama con mantil<strong>la</strong> y un hombre con sombreropuntiagudo mexicano. Estas ilustraciones preten<strong>de</strong>n tener <strong>la</strong> atmósfera<strong>de</strong>l país. Errores como este hacen <strong>de</strong>l anuncio americano en Cubaridículo y <strong>de</strong>ficiente. Hace poco un anunciante americano envió un representantea Cuba para que estudiase el mercado, para <strong>la</strong> venta <strong>de</strong> perfumes.26Conrado W. Massaguer:«La caricatura personal».Ob. cit., p. 23.99Massaguer.pmd 9926/10/2010, 16:52

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