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Manual de Psicologia Criminal

Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy, sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos similares, el resultado hubiera sido diferente. Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar, perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las páginas de la crónica del crimen. Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal, provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.

Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra
victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una
serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso
asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy,
sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard
encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que
actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos
similares, el resultado hubiera sido diferente.
Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico
por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos
por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el
de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar,
perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las
páginas de la crónica del crimen.
Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico
adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que
tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal,
provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.

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finalmente se consiguió su <strong>de</strong>tención. Si bien este perfil no fue el causante<br />

directo <strong>de</strong>l éxito final <strong>de</strong> la investigación, su utilidad no pasó <strong>de</strong>sapercibida.<br />

Precisamente a raíz <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong>l perfil <strong>de</strong>l “Bombar<strong>de</strong>ro Loco”, en 1.964 otro<br />

espectacular caso <strong>de</strong> asesinatos en serie ocurridos en Boston cuyo autor,<br />

Albert De Salvo, se hizo famoso como “El estrangulador <strong>de</strong> Boston”, ofreció<br />

la oportunidad <strong>de</strong> volver a utilizar los conocimientos psiquiátricos como<br />

herramienta <strong>de</strong> investigación policial.<br />

En aquella ocasión, se creó un comité médico-psiquiátrico <strong>de</strong>l que<br />

formaba parte nuevamente el Dr. Brussel. El grupo <strong>de</strong> trabajo, en el que<br />

primaban los psicoanalistas, analizó un total <strong>de</strong> once asesinatos cometidos<br />

entre junio <strong>de</strong> 1.963 y enero <strong>de</strong> 1.964. Tras el estudio <strong>de</strong> los cinco primeros<br />

asesinatos, que compartían numerosas características comunes (todas las<br />

víctimas eran mujeres <strong>de</strong> avanzada edad, fueron estranguladas, no violadas<br />

y sus cadáveres colocados en posiciones obscenas) sus primeras<br />

conclusiones apuntaban a que el autor <strong>de</strong> los crímenes era “un psicópata<br />

que odiaba a su madre” y que por tanto <strong>de</strong>scargaba su odio y sus pulsiones<br />

sexuales reprimidas sobre mujeres que le recordaban la figura materna.<br />

Pero a partir <strong>de</strong>l hallazgo <strong>de</strong> la sexta víctima, en diciembre <strong>de</strong> 1.962, cambió<br />

el patrón <strong>de</strong> los asesinatos. A partir <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong> Sophie Clark, <strong>de</strong> veinte<br />

años <strong>de</strong> edad, todas las víctimas menos una (Evelyn Corbin, <strong>de</strong> cincuenta y<br />

ocho años y que aparentaba ser mucho más joven) era chicas jóvenes,<br />

fueron violadas y algunas no solo estranguladas sino también apuñaladas.<br />

Las escenas <strong>de</strong> los crímenes, a<strong>de</strong>más, mostraban mayor evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

actividad psicológica <strong>de</strong>l criminal. Estas circunstancias confundieron al<br />

comité científico, que concluyó afirmando que en realidad se trataba <strong>de</strong> dos<br />

criminales diferentes, y que la segunda serie <strong>de</strong> asesinatos fueron cometidos<br />

por una o más personas <strong>de</strong>l entorno <strong>de</strong> las víctimas, posiblemente<br />

“miembros inestables <strong>de</strong> la comunidad homosexual” y que intentaban que<br />

sus crímenes se pareciesen a los anteriores para <strong>de</strong>spistar a la policía.<br />

Finalmente, no pudieron aportar ningún dato significativo que resultase <strong>de</strong><br />

utilidad para lograr la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l culpable. Curiosamente, el Dr.<br />

Brussel fue el único que en todo momento se mostró firme en sus<br />

convicciones, afirmando que todos los asesinatos eran obra <strong>de</strong> una misma<br />

persona, “una acción psicótica realizada por un hombre que buscaba<br />

reafirmar su po<strong>de</strong>r”.<br />

Albert <strong>de</strong> Salvo fue finalmente i<strong>de</strong>ntificado como “El Estrangulador <strong>de</strong><br />

Boston” cuando se encontraba cumpliendo con<strong>de</strong>na por varias agresiones<br />

sexuales en otras ciuda<strong>de</strong>s tras ser <strong>de</strong>latado por su compañero <strong>de</strong> celda, a<br />

quien le confió sus macabras hazañas.<br />

El fiasco en el caso De Salvo provocó que el empleo <strong>de</strong> las técnicas<br />

psicológicas <strong>de</strong> investigación criminal cayeran en <strong>de</strong>suso y fueran<br />

esporádicamente utilizadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces y hasta el año 1.978, en que un<br />

grupo <strong>de</strong> agentes <strong>de</strong>l F.B.I. inició el <strong>de</strong>nominado “Proyecto <strong>de</strong> Investigación<br />

<strong>de</strong> la Personalidad <strong>Criminal</strong>”, en el que entrevistaron a varias <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong><br />

asesinos encarcelados y comenzaron a estudiar la información obtenida<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista psicológico para extraer conclusiones que pudieran<br />

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C/ Rambla <strong>de</strong>l Raval 29-35 local 5. 08001 Barcelona.- Tel. 93 342 68 10 - Fax. 93 342 68 11 www.sap-ugt.cat sap@sap-ugt.cat

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