Manual de Psicologia Criminal
Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy, sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos similares, el resultado hubiera sido diferente. Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar, perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las páginas de la crónica del crimen. Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal, provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.
Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra
victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una
serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso
asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy,
sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard
encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que
actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos
similares, el resultado hubiera sido diferente.
Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico
por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos
por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el
de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar,
perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las
páginas de la crónica del crimen.
Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico
adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que
tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal,
provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.
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- La edad más frecuente <strong>de</strong> la víctima suele ser la pubertad<br />
(12-16 años).<br />
- En algunos casos el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> exhibirse ocurre en períodos<br />
<strong>de</strong> crisis emocional.<br />
Policialmente, es interesante saber a<strong>de</strong>más que:<br />
- Este comportamiento en ocasiones es antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> otro<br />
tipo <strong>de</strong> contacto sexual más directo con niños (una alta tase<br />
<strong>de</strong> pedófilos y violadores encarcelados estudiados revela<br />
antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> exhibicionismo).<br />
- A veces ocupan mucho tiempo planeando sus actos,<br />
eligiendo cuidadosamente víctima y lugar. Esta planificación<br />
a<strong>de</strong>más es parte importante <strong>de</strong> sus fantasías masturbatorias.<br />
- Para algunos exhibicionistas es muy importante evitar ser<br />
<strong>de</strong>tenidos o reconocidos. Para otros, el riesgo <strong>de</strong> captura<br />
alimenta su excitación, y otro grupo repite compulsivamente<br />
sus acciones en tiempo y lugar, con lo cual resulta fácil<br />
<strong>de</strong>tenerles.<br />
FETICHISMO:<br />
La conducta principal implica la necesidad <strong>de</strong> utilizar objetos no<br />
animados (fetiches) o incluso animales para lograr el máximo placer sexual,<br />
<strong>de</strong> tal modo que su ausencia pue<strong>de</strong> producir incluso trastornos <strong>de</strong> la<br />
erección en el varón (la mayoría <strong>de</strong> los fetichistas lo son). Pero también<br />
compren<strong>de</strong> el parcialismo o necesidad <strong>de</strong> centrarse en una parte <strong>de</strong>l cuerpo<br />
(pecho, nalga, pies, pelo) como objeto sexual.<br />
Formació on-line<br />
El fetichista se caracteriza por la realización <strong>de</strong> una elaboración<br />
super<strong>de</strong>tallada <strong>de</strong>l objeto sexual, pudiendo ocurrir incluso que aspectos<br />
parciales <strong>de</strong>l mismo pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sbancar al todo en su capacidad excitativa.<br />
Una vez que se ha producido la asociación excitación sexual/fetiche, el valor<br />
<strong>de</strong>l mismo podría fijarse y aumentarse a través <strong>de</strong> asociaciones simbólicas<br />
repetidas durante la fantasía y masturbación.<br />
- Fetiches más comunes: ropa interior <strong>de</strong> mujer, medias,<br />
zapatos, etc. En el caso <strong>de</strong> asesinos y violadores en serie,<br />
objetos personales sustraídos a sus víctimas con ese fin.<br />
- Normalmente, el trastorno empieza en la adolescencia y<br />
tien<strong>de</strong> a ser crónico.<br />
- El fetichista se masturba mientras sostiene, acaricia o huele<br />
el objeto fetiche. Si tiene pareja sexual, pue<strong>de</strong> pedirle que lo<br />
utilice durante las relaciones.<br />
Policialmente, conviene saber que suelen tener compulsión por la<br />
posesión o acercamiento hacia los objetos fetiche, llegando a provocar<br />
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