27.07.2018 Views

Manual de Psicologia Criminal

Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy, sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos similares, el resultado hubiera sido diferente. Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar, perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las páginas de la crónica del crimen. Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal, provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.

Los últimos meses del año 1.888 fueron conocidos en la Inglaterra
victoriana de finales del siglo pasado como “el otoño del terror”, debido a una
serie de brutales crímenes cometidos por un misterioso y tristemente famoso
asesino conocido como “Jack el Destripador”, cuya identidad, todavía hoy,
sigue sin conocerse. Posiblemente, si los sufridos agentes de Scotland Yard
encargados de la investigación hubieran contado con los conocimientos que
actualmente ofrece la Psicología Criminal para la investigación de delitos
similares, el resultado hubiera sido diferente.
Pero justamente en aquella época se despertaba el interés científico
por esta disciplina, que comenzó su andadura de la mano de criminólogos
por un camino paralelo que hasta hace muy pocos años no confluyó con el
de los sucesores de aquellos primeros policías encargados de identificar,
perseguir y capturar a los muchos asesinos múltiples que pueblan las
páginas de la crónica del crimen.
Pero unos años antes, y para movernos en el marco histórico
adecuado, se produjeron diversas aportaciones al saber criminológico que
tuvieron su influencia en el posterior desarrollo de la psicología criminal,
provenientes de distintos campos empíricos, que veremos someramente.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Unidos tienen en realidad ese problema. Muchas personas, y lo que es peor,<br />

organizaciones policiales, piensan ingenuamente que en sus países no hay<br />

criminales en serie o son casos excepcionales.<br />

Creer que el asesino en serie es un producto típico <strong>de</strong> la sociedad<br />

norteamericana es un craso error. Es cierto que dicho país ostenta el triste<br />

record <strong>de</strong> serial killers conocidos, pero a ello ayudan diversas circunstancias.<br />

La primera <strong>de</strong> ellas es el hecho <strong>de</strong> que fue el primer país <strong>de</strong>l mundo en<br />

i<strong>de</strong>ntificar, estudiar y cuantificar el fenómeno. En consecuencia, sus<br />

organizaciones policiales son las mejor entrenadas para <strong>de</strong>tectar estos<br />

casos y son las que cuentan a<strong>de</strong>más con mejores medios técnicos para ello.<br />

A<strong>de</strong>más, la transparencia informativa y la libertad <strong>de</strong> prensa ha impedido la<br />

censura sobre este asunto que durante muchos años ha imperado en otros<br />

lugares <strong>de</strong>l mundo (un ejemplo <strong>de</strong> ello: los sucesivos gobiernos <strong>de</strong> la extinta<br />

Unión Soviética negaban sistemáticamente la existencia <strong>de</strong> asesinos en<br />

serie en su sociedad; mientras tanto, Andrei Chikatilo recorrió el país<br />

asesinando a más <strong>de</strong> cincuenta personas durante muchos años). Las<br />

autorida<strong>de</strong>s norteamericanas aprendieron hace años que intentar ocultar o<br />

<strong>de</strong>svirtuar este fenómeno criminal no era el mejor modo <strong>de</strong> luchar contra él.<br />

Los criminales en serie, como seres humanos que son, han estado<br />

siempre entre nosotros. La complejidad <strong>de</strong> sus comportamientos ha<br />

impedido que durante siglos fueran i<strong>de</strong>ntificados como tales, atribuyéndose<br />

sus crímenes a una amplia variedad <strong>de</strong> causas. Mitos como los vampiros o<br />

los “hombres-lobo” no son mas que interpretaciones ofrecidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

superstición y la ignorancia para explicar crímenes horrendos, en realidad<br />

cometidos muy probablemente por enfermos mentales, muchos <strong>de</strong> ellos<br />

auténticos asesinos en serie <strong>de</strong>sorganizados, tal como se verá<br />

posteriormente. El vampirismo y la licantropía (entendida aquí como el<br />

crimen sádico llevado a cabo con actos <strong>de</strong> canibalismo, <strong>de</strong>smembramiento o<br />

<strong>de</strong>scuartizamiento <strong>de</strong>l cadáver, atribuidos al apetito voraz <strong>de</strong>l “hombre-lobo”)<br />

no son más que reflejos <strong>de</strong> un caótico estado mental, producto <strong>de</strong> graves<br />

alteraciones psíquicas, tales como la psicosis y especialmente la<br />

esquizofrenia paranoi<strong>de</strong>, que caracterizan a este tipo <strong>de</strong> asesinos.<br />

En épocas pretéritas, tiempos convulsos y terriblemente violentos<br />

carentes <strong>de</strong> códigos morales y sumergidos en continuas guerras, resultaba<br />

muy difícil distinguir, entre tanta violencia en ocasiones consi<strong>de</strong>rada legítima,<br />

las atrocida<strong>de</strong>s cometidas por asesinos psicópatas y psicóticos. El po<strong>de</strong>r<br />

omnipotente que han ejercido muchos tiranos y miembros <strong>de</strong> la nobleza a lo<br />

largo <strong>de</strong> la historia les dio soporte para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ras carreras<br />

criminales. Suetonio, historiador y biógrafo romano, ofrece en su obra capital<br />

“De vita Caesarum”, un extenso catálogo <strong>de</strong> comportamientos claramente<br />

i<strong>de</strong>ntificables hoy como típicos <strong>de</strong> un asesino en serie y que fueron norma en<br />

la vida <strong>de</strong> varios emperadores romanos. Pero no hace falta ahondar tanto en<br />

la historia criminal para buscar ejemplos: baste recordar la leyenda <strong>de</strong>l<br />

famoso “Barba Azul” inspirada en la figura <strong>de</strong>l militar Gilles <strong>de</strong> Rais,<br />

ejecutado en 1440 por la Inquisición acusado <strong>de</strong> herejía y brujería, a quien<br />

se le atribuyen la tortura, violación y asesinato <strong>de</strong> más <strong>de</strong> doscientas<br />

Formació on-line<br />

C/ Rambla <strong>de</strong>l Raval 29-35 local 5. 08001 Barcelona.- Tel. 93 342 68 10 - Fax. 93 342 68 11 www.sap-ugt.cat sap@sap-ugt.cat

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!