13.08.2015 Views

Neuromante

Neuromante

Neuromante

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-Hideo, retira la flecha y venda la herida del señor Maelcum.Case miraba fijamente a Molly, le miraba la cara lánguida.El ninja caminó hasta donde estaba Maelcum, deteniéndose para dejar el arco y el rifle lejosde ellos, y sacó algo del bolsillo. Una pinza de cortar pernos. -Hay que cortar la flecha -dijo-.Está demasiado cerca de la arteria. -Maelcum asintió. Tenía el rostro gris y cubierto desudor.Case miró a 3Jane. -No queda mucho tiempo -dijo.-¿Para quién, exactamente?-Para ninguno de nosotros. -Se oyó un ruido seco cuando Hideo cortó el fuste de metal.Maelcum lanzó un gemido.-En realidad -dijo Riviera-, no te hará demasiada gracia oír a este fracasado artista salido dela cárcel hacer un último y desesperado intento. De lo más desagradable, te lo aseguro.Terminará de rodillas, ofrecerá venderte a su madre, te hará favores sexuales sumamenteaburridos...3Jane echó la cabeza hacia atrás y rió. -¿Crees que no, Peter?-Los fantasmas van a entrometerse esta noche, señora -dijo Case-. Wintermute va aenfrentarse con el otro. El <strong>Neuromante</strong>. Será definitivo. ¿Lo sabes?3Jane alzó las cejas. -Peter ha sugerido algo por el estilo, pero cuéntame más.-Conocí al <strong>Neuromante</strong>. Habló acerca de tu madre. Creo que él es como una estructuragigante de ROM, para registrar la personalidad, sólo que se trata de un RAM completo. Lasestructuras creen que están allí, como si fueran reales, pero son sólo algo que no deja defuncionar.3Jane salió de detrás de la silla. -¿Dónde? Describe el lugar, esa estructura.-Una playa. Arena gris, como plata apagada. Y una cosa de hormigón, una especie debúnker... -Dudó.- Nada raro, sólo viejo, cayéndose a pedazos. Si caminas lo suficiente, llegasa donde estabas.-Sí -dijo ella-. Marruecos. Cuando Marie-France era una niña, años antes de casarse conAshpool, pasó un verano sola en esa playa, viviendo en una casa de bloques abandonada.Allí formuló la base de su filosofía.Hideo se enderezó, metiéndose la pinza en el mono. En cada mano tenía una sección de laflecha. Maelcum cerraba los ojos, la mano apretada alrededor del bíceps.-Lo vendaré -dijo Hideo.Case pudo tirarse al suelo antes de que Riviera llegara a apuntarle con la pistola. Losdardos pasaron silbando junto al cuello de Case como insectos supersónicos. Rodó, vio queHideo giraba, otro paso de danza, la afilada punta de la flecha invertida en la mano, el fusteplano contra la palma y los rígidos dedos. La arrojó nítidamente, por debajo de la mano, lamuñeca un borrón de luz. La punta se incrustó en el dorso de la mano de Riviera. La pistolacayó sobre las baldosas un metro más allá.Riviera gritó. Pero no de dolor. Fue un aullido de rabia, tan pura, tan refinada, que carecíade toda humanidad.Apretados haces gemelos de luz, agujas rojas como rubíes, salieron como puñales dealrededor del esternón de Riviera.El ninja gruñó, se tambaleó, se llevó las manos a los ojos, y recobró el equilibrio.-Peter -dijo 3Jane-, Peter, ¿qué has hecho?-Ha cegado a tu chico clono -dijo Molly parcamente. Hideo bajó las manos. Case vio unoshilos de vapor que salían de los ojos arruinados y se congelaban sobre la cerámica blanca.Riviera sonrió.156

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!