13.08.2015 Views

Neuromante

Neuromante

Neuromante

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

más. Alquilar la mercancía, de eso se trata. Tú no estás presente, sea lo que sea lo que estápasando. La casa tiene el software para cualquier cosa que un cliente quiera pagar… -Hizosonar los nudillos.- Muy bien, estaba ganando mi dinero. El problema era que el circuitorecortado y los circuitos que me pusieron en la clínica de Chiba no eran compatibles.Entonces el trabajo empezó a doler, sangraba, y podía recordarlo… Pero no eran más quemalos sueños, y no todos eran malos. -Sonrió.- Después empezó a ponerse raro. -Sacó loscigarrillos del bolsillo de Case y encendió uno. - Los de la casa se enteraron de lo que yohacía con el dinero. Ya tenía las cuchillas colocadas, pero el acabado neuromotor significaríaotros tres viajes. Todavía no me era posible dejar el trabajo de muñeca. -Inhaló y soltó unacorriente de humo, seguida por tres anillos perfectos. - Entonces, el hijo de puta quemanejaba el negocio consiguió que le hicieran un tipo de software especial. Berlín; ahí esdonde se juega duro, ¿sabes? Un gran mercado para los vicios podridos, Berlín. Nunca supequién fue el que escribió mi programa, pero estaba basado en todos los clásicos.-¿Y sabían que tú te enterabas de todo? ¿Que mientras trabajabas, seguías consciente?-No estaba consciente. Es como el ciberespacio, pero vacío. Plateado. Huele a lluvia…Puedes verte cuando tienes un orgasmo, es como una pequeña noval allá en el extremo delcielo. Pero yo estaba comenzando a recordar. Como los sueños, ¿entiendes? Y no me lodijeron. Cambiaron el software y empezaron a alquilarme para los mercados especializados.Parecía que hablase desde muy lejos. -Y yo lo sabía, pero no dije nada. Necesitaba eldinero. Los sueños se hicieron cada vez peores, y yo me decía que por lo menos algunos noeran más que sueños; pero por ese entonces estaba segura de que el jefe tenía una clientelaespecial para mí. Nada es demasiado para Molly, dice el jefe, y me da un aumento. -Sacudióla cabeza.- El hijo de puta estaba cobrando ocho veces lo que me pagaba, y creía que yo no losabía.-¿Y qué era lo que le permitía cobrar tanto?-Pesadillas. Verdaderas. Una noche… una noche, yo acababa de volver de Chiba. -Dejó caerel cigarrillo, lo aplastó con el tacón del zapato, y se sentó, recostándose contra la pared.- Esavez los cirujanos fueron muy adentro. Fue trabajoso. Deben de haber alterado el circuitorecortado. Yo me desperté… Estaba con un cliente… -Hundió los dedos en el colchón deespuma.- Era un senador. Reconocí enseguida la cara gorda. Los dos estábamos cubiertos desangre. Había alguien más. Ella estaba toda… -Tiró del colchón.- Muerta. Y el gordo hijo deputa decía «¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Todavía no hemos terminado».Molly se echó a temblar.-Entonces supongo que le di al senador lo que realmente quería, ¿sabes? -El temblor cesó.Soltó la goma es. puma y se pasó los dedos por el cabello oscuro. - Los del negocio pusieronprecio a mi cabeza. Tuve que esconderme durante un tiempo.Case la miró fijamente.-Por eso Riviera tocó un punto neurálgico anoche -dijo-. Supongo que quieren que yo loodie todo lo posible, para que esté psicológicamente dispuesta a entrar detrás de él.-¿Detrás de él?-Él ya está allá. En Straylight. Por invitación de Lady 3Jane, toda esa mierda de ladedicatoria. Ella estaba en un palco privado, una especie de…Case recordó el rostro que había visto. -¿Vas a matarlo?Ella sonrió. Fría. -Sí, él va a morir. Pronto.-Yo también tuve una visita -dijo él, y le contó acerca de la ventana, tropezando en las cosasque la figura de Zone había dicho de Linda. Ella asintió con la cabeza.-Quizás quieren que tú también odies algo. -Tal vez ya lo odio.-Tal vez te odias a ti mismo, Case.93

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!