13.08.2015 Views

Neuromante

Neuromante

Neuromante

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tendré que comprarme algún tipo de seguro especial sobre ese Peter. -Luego se volvió ysonrió, y hacía mucho frío.-¿Qué significa eso?-No importa. Volvamos a Beyoglu y encontremos algo que se parezca a un desayuno. Estanoche también la tengo muy ocupada. Tengo que recoger sus cosas del apartamento enFener, tengo que volver al bazar y comprarle unas drogas...-¿Comprarle drogas? ¿Qué nivel tiene?Molly rió. -No está muriéndose de ganas, cariño. Pero parece que no puede trabajar sin esesabor especial. De todos modos, me gustas más ahora, no estás tan flaco. -Sonrió. - Así queiré a ver a Alí y traeré provisiones. Puedes estar seguro.Armitage estaba esperando en la habitación del Hilton.-Hora de hacer las maletas -dijo, y Case intentó descubrir al hombre llamado Corto tras losojos azul claro y la máscara bronceada. Pensó en Wage, allá en Chiba. Sabía que por encimade cierto nivel, los operadores tendían a anular la personalidad. Pero Wage había tenidovicios, amantes. Incluso, se había dicho, hijos. El vacío que encontraba en Armitage era algodiferente.-¿Ahora adónde? -preguntó, pasando junto al hombre para asomarse a la ventana, y mirar lacalle-. ¿Qué tipo de clima?-No tienen clima, sólo fenómenos climáticos -dijo Armitage-. Toma. Lee el folleto. -Dejóalgo sobre la mesa baja y se puso de pie.-¿Riviera pudo salir sin problemas? ¿Dónde está el finlandés?-Riviera está bien. El finlandés, en viaje de vuelta. -Armitage sonrió, una sonrisa quesignificaba tanto como una sacudida en la antena de algún insecto. El brazalete de orotintineó cuando estiró el brazo para golpear débilmente et pecho de Case. - Y no te pases delisto. Esos saquitos están empezando a gastarse, pero tú no sabes cuánto.Case mostró una cara de piedra y se obligó a asentir.Cuando Armitage se fue, recogió uno de los folletos. Era de impresión costosa en francés,inglés y turco.FREESIDE... ¿POR QUÉ ESPERAR?Los cuatro tenían reservas en un vuelo de la THY que salía del aeropuerto de Yesilkóy. EnParís tomarían el transbordador de la JAL. Sentado en el vestíbulo del Estambul Hilton, Casemiró a Riviera, que examinaba unas imitaciones de fragmentos bizantinos en las vitrinas de latienda de regalos. Armitage, con la gabardina terciada sobre los hombros a modo de capa,estaba de pie a la entrada de la tienda.Riviera era delgado, rubio, de voz suave, pronunciación impecable y dicción fluida. Mollyhabía dicho que tenía treinta años, pero era difícil adivinarle la edad. También había dichoque era legalmente apátrida y que viajaba con un pasaporte holandés falsificado. Era enverdad un producto de los anillos de desechos que circundan el núcleo radiactivo de laantigua Bonn.Tres sonrientes turistas japoneses entraron con alborozo en la tienda, saludando a Armitagecon corteses cabezadas. Armitage cruzó la tienda, demasiado rápido, demasiado obviamentepara acercarse a Riviera. Riviera se volvió y sonrió. Era muy hermoso; Case pensó que lasfacciones eran obra de un cirujano de Chiba. Un trabajo sutil, en nada parecido a la insípidamezcla de agradables rostros pop de Armitage. La frente del hombre era alta y lisa, los ojosgrises, serenos y distantes. La nariz, que podía haber resultado demasiado perfecta, parecíaque se había fracturado y que luego la habían arreglado torpemente. Un atisbo de brutalidad62

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!