Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

12 Anales de la Universidad
cediendo seguramente á las exigencias de las cosas, pues
las colonias por su alejamiento y por las condiciones económicas
y políticas de su existencia, no se adaptan á la voluntad
de un órgano poco móvil y de lenta acción como el
Parlamento
Pero prescindiendo de ese caso especial que no tendría
aplicación entre nosotros, puede suceder que la ley no haya
providenciado aún en materias en que su intervención haya
sido reclamada durante mucho tiempo, A este respecto se
lee en el tratado de Oi-lando, que en Italia hasta fines de
1896 no había ley de tranvías, y como era necesario resolver
las múltiples cuestiones á que daba lugar la aplicación
y el funcionamiento de ese servicio, se aplicaban por analogía
las normas generales sobre concesiones establecidas en
la ley de trabajos púbücos y sobre vialidad ordinaria y ferroviaria,
aplicación que el Gobierno hacía utilizando el artículo
3 del Código Civil italiano, semejante al 16 del de
nuestro país y al que ahora anotamos.
Y si tales casos pueden presentarse y se presentan frecuentemente—de
lo cual podrían citarse muchos ejemplos en
nuestro propio país—tratcándose de necesidades de largo tiempo
reclamadas, más fácilmente aun se presentan tratándose
de nuevas materias ó de nuevos órdenes de relaciones jurídico-administrativas
que el progreso social hace surgir cons
tanteraente. Ejemplo que ocurre entre nosotros en estos mismos
momentos: no tenemos establecida aún la tracción eléctrica,
y ya algunas de las concesiones otorgadas han promovido
conflictos y reclamos que se discute cómo han de tramitarse
y resolverse á falta de una ley expresa sobre el
particular.
En presencia de materias nuevas, el silencio legislativo
puede ser motivado unas veces por el retardo con que los
Parlamentos, dedicados principalmente á las cuestiones políticas,
atienden á las necesidades públicas, ó puede ser motivado
deliberadamente, á la espera de antecedentes ó de
experiencias que lo habiliten para proveer con el debido
acierto y la estabilidad propia de sus disposiciones, evitan-