Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de la Universidad 53
en el magistrado llamado á apreciar el derecho de cada
uno en lucha con su contendor, á amparar su propiedad injustamente
disputada por su contraparte, no lo es, ó por lo
menos no lo es en igual grado en el funcionario adrainis
trador llamado á servir directa y principalmente los iutere
ses públicos y que como tal está obligado á hacer primar
siempre esos mismos intereses sobre las conveniencias individuales,
aunque con la limitación romagnosiana que tantas
veces hemos recordado; y menos razón de ser tiene aún
desde que si algún agravio puede inferir al derecho de los
particulares, éstos tienen siempre expedita la vía judicial
para la reparación del daño injustamente causado.
Por otra parte, ¡cuántos obstáculos se presentarían á la
acción administrativa si fuese dado promover incidentes de
recusación contra los miembros y agentes del Poder Administrador,
sino desde el Presidente de la República, cuya
recusación á nadie se le podría ocurrir, desde los Ministros
hasta los últimos jefes de oficina. En ese sentido es perfectamente
exacto lo que con menos razón, por referirse á funcionarios
administradores ejerciendo funciones judiciales,
decía Cormenin sobre la irrecusabilidad de los miembros
del Consejo de Prefectura: "ellos no deben abstenerse por
causa de recusación, porque de lo contrario, la Administración
cuya marcha debe ser rápida, se vería sin cesar paralizada
por el interés, las pasiones, el capricho ó las amenazas
de los particulares".
2.—El peligro á preverse respecto de los funcionarios
administrativos, no es, pues, tanto el de su parcialidad en
favor de la Administración, como el de que sus vinculaciones
con los particulares puedan desviar la acción de aquélla
inclinándola hacia los últimos inmotivadamente y con perjuicio
de los intereses públicos. Pero fuera de las solemnidades
establecidas para garantir el acierto de las decisiones
administrativas, tal peligro no tiene otro remedio preventivo
que la excusación de los funcionarios cuando sus
vinculaciones personales puedan poner en pugna sus deberes
de funcionarios con sus afecciones de hombres, y coii
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