Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

Anales de la Universidad 55
tar en la recusación de los funcionarios, porque como antes
lo hemos dicho, no lo requiere la naturaleza de su cometido
ni lo permite, en la generalidad de los casos, la organización
dada al mismo orden.
Por este segundo motivo ni aún la excusación puede concederse
ilimitadamente sino con las restricciones que nuestro
artículo establece, y sin las cuales la recusación ó el impedimento
serían completamente perturbadores ó irrisorios.
Prueba de ello es lo que ocurre con el artículo 402 del
Proyecto de Ordenanzas de Aduana que está actualmente á
la consideración del Cuerpo Legislativo. Se establece en dicho
artículo que: "Encontrándose impedido algún receptor
para la instrucción ó fallo de un asunto, será subrogado en
el primer caso por el empleado que le siga en categoría, y
en el segundo, por el Keceptor de Aduanas más inmediato.
El Director Gleneral, en cualquiera de los casos, será subrogado
por el Subdirector." Y bien: se concibe la recusación
ó excusación en el orden judicial, porque entonces el reemplazante
es completamente independiente del titular; pero
cuando el reemplazante es un dependiente del subrogado
como en los casos que acabamos de ver, la recusación ó
excusación resultan completamente ridiculas; para que fuesen
actos serios y sinceros, habría que buscar un reemplazante
independiente, lo que sólo sería posible cuando la
organización del servicio lo permita.