Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

70 Anales de la Universidad
orden escrita del Juez de Paz 6 Teniente Alcalde de
la sección respectiva, cuya orden deberá presentarse al
ocupante al hacerse uso de ella y habilitará para em­
plear la fuerza cuando aquél no pudiese ser habido, ó
en el caso de resistencia efectiva.
En todo caso la intervención de la autoridad ad­
ministrativa ó sus delegados en la propiedad privada
se limitará precisa y exclusivamente á los hechos que la
Qiotivan y de ninguna manera á los objetos ó hechos
que les sean extraños.
I.—Puede parecer en el primer momento que es innecesario
decir que cuando se trata de la casa se observará lo dispuesto
en el articulo 135 de la Constitución, pero es lo cierto que
hay en nuestra legislación positiva, disposiciones expresas
que establecen lo contrario, temperamento que por respeto
constitucional no debemos aceptar, aun cuando algunas de
ellas, tengan teóricamente motivos muy fundados, admitidos
en la doctrina y en las legislaciones positivas.
Asi por ejemplo, el decreto-ley de 27 de Diciembre de
1867 sobre Salubridad Pública establece en su artículo segundo
que la autoridad respectiva y las personas que de
ella dependen podrán practicar visitas domiciliarias donde
las creyeren necesarias, sean en casas particulares, cárceles,
etc., etc. Nosotros no diremos que esto sea malo, puesto que
es admitido por muchas legislaciones y puede ser necesario, —
decimos únicamente que en nuestro país eso no se puede
hacer porque la Constitución establece que la casa es inviolable,
no pudiendo penetrarse en ella sino con orden expresa
del Juez competente. Otra cosa sería si nuestra Constitución
hubiera dicho como la de Chile (artículo 144): "la casa de
toda persona es inviolable y sólo puede ser allanada por
un motivo especial determinado en la ley y en virtud de
orden de la autoridad competente".