Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

GO Anales de la Universidad
venir en asuntos de la naturaleza del de que se trate, 6 cu­
yas funciones tuviesen relación con ese mismo asunto.
No obstante los hechos que tuviesen en la ley una for­
ma determinada de justificación no podrán probarse de
otro modo, á menos que la misma ley lo autorice. Los pri­
meros constituirán plena prueba, todos los demás, sean (>
no supletorios de aquéllos, sólo tendrán un valor discrecio­
nal ó ilustrativo.
I.—Tratándose de asuntos que no requieren una instruc
ción previa, ya por no exigirlo asi ninguna disposición expresa
ni su extremada sencillez, el artículo precedente permite
que sea resuelto de plano siempre que haya de despa
charse favorablemente, debiendo en caso contrario procederse
á su instrucción según lo dispone la segunda parte del
mismo articulo, garantiéndose más así el interés del reclamante.
2.—En los casos en que proceda la instrucción, puede suceder
que ésta se halle determinada en la ley ó que no.
En el primer supuesto no puede haber duda respecto de los
trámites que deben llenarse. El artículo establece que la
instrucción la dirige la autoridad ante la cual se reclama,^
la que ordenará los trámites que considere convenientes, sean
ó no los indicados por el reclamante, con tal de que no
tengan por objeto averiguar hechos cuya investigación estuviese
prohibida por la ley, como sería, por ejemplo, la de la
paternidad en un reclamo de pensión, ó de emplear medios
expresamente prohibidos, como podría ser la exhibición general
de los libros de comercio.
3. -Esta facultad discrecional á que acabamos de refe
rirnos, aplicada por algunas legislaciones aún al recurso por
violación de derechos y rechazada por nosotros en ese caso
por considerarla desprovista de las necesarias garantías para
los reclamantes, es forzosa aquí por tratarse de establecer
una regla general que por referirse á una inmensa variedad