Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

116 Anales lie la Universidad
también la facultad supletoria que atribuimos al Poder Ejecutivo
?
Tal cuestión puede, en realidad, presentarse páralos auto
res que, como Georges Caben, admiten que la referida fa
cuitad corresponde á aquel Poder por derecho propio. Entonces
puede ser un punto á discutir si " las reglas establecidas
para los reglamentos emanados del Gobierno son las
que conviene aplicar á los reglamentos locales, y si es preciso
atribuir á estos últimos el mismo origen é imponerles
los mismos límites que á los primeros''. Pero para nosotros
que no hemos admitido por regla general y absoluta la exis
tencia di^ tal derecho propio é independiente de toda autorización
legislativa, sino que hemos reconocido la necesidad
de ésta para el ejercicio de las referidas facultades supletorias,
la cuestión respecto de las Ad ninistraciones inferiores
está implícitamente resuelta. Si la ley da á una de esas
Administraciones la dirección de un ramo determinado y se
lo da sin limitaciones, claro está que podrá adoptar de oficio
ó á petición de parte las providencias que sean ddl
caso, y entonces deberá seguir el mismo criterio fijado á
la Administración central para los casos de duda 6 falta
de precepto expreso; pt'ro si tal dirección ha sido confiada
con determinadas limiíaiíiuies, como por ejemplo la de recabar
la aprobación > autorización previa del superior, deberá
observarse eso riMinisito en los casos en que ha sido
impuesta. En lo qiu' (•¡«¡ramos de acuerdo con el autor antes
citado cuando concílnyn quií "la comuna, el departamento no
tienen poder regla nonruno autónomo sino en la medida en
que les es expresanuMie conferido, y estrictamente encerrado
en los limites de tu delegación ".
(Continua) d).