Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

126 Anales de la Universidad
densando opiniones ya generalizadas, diré que conviene facilitar
los estudios secundarios y dificultar los estudios superiores. Es
conveniente que todo el que salga de la escuela primaria pueda
cursar cinco años de enseñanza secundaria, á fin de levantar el
nivel mental y de que cada joven resulte un factor útil en el comercio
y en la industria. Y es conveniente dificultar el acceso á
las facultades superiores, como medio de que sólo vayan á ella»
los que tengan positiva vocación y cualidades descollantes para
las carreras liberales. Realizada la separación, podría y debería
ampliarse el plan de la enseñanza preparatoria, aumentando los
cursos y profundizando los estudios, no sólo de las materias que
habrán de recorrerse en la respectiva facultad, sino también de
otras diferentes que permitan la preparación mental del alumno.
Así, al que se propone seguir la carrera de abogado habría conveniencia
en exigirle estudios más intensos de química, física,
historia natural; y al que se propone seguir la medicina ó la ingeniería
habría conveniencia en exigirle, juntamente con algunas
materias preparatorias, estudios más intensos de introducción al
derecho, dándose en uno y otro caso amplia intervención á la
enseñanza de la filosofía, de la historia y de la literatura, no por
el bagaje que esas ciencias puedan aportar, sino por el desarrollo
de las altas cualidades del espíritu que ellas provocan. Un estudiante
de amplia preparación literaria y filosófica lleva grandes ventajas
en el estudio de la medicina, valga el testimonio irrecusable
del doctor Brouardel, el célebre decano de la Facultad de Medicina
de París^ quien, estadística en mano, comprueba la notable inferioridad
de los alumnos que llevan bagaje principalmente científico,
y prueba que están condenados á fatal mediocridad.
II
En cambio respondía á un propósito muy encomiable la obligación
impuesta al Consejo Universitario de reducir los programas
« á las materias indispensables y esenciales > de la enseñanza.
Inspirándose en el mismo propósito, el Consejo estableció textos
para los estudios gecundarios.
Desgraciadamente, bajo la presión demasiado viva de la reduc-