Año 12, t. 16, entrega 1 (1905) - Publicaciones Periódicas del Uruguay

30 Anales de la Universidad
En algunos países nómbranse miembros informantes para cada uno
de los distintos ministerios en que se divide el proyecto. Entre nosotros,
como en todos los demás proyectos de ley, la Comisión designa
de su seno á un solo miembro informante que expone á la Cámara
los fundamentos del proyecto cuya sanción se aconseja.
El voto del Presupuesto va precedido de las dos discusiones de orden:
la general y la particular.
Aquí se discuten y se aprueban las planillas una por una, renglón
por renglón, partida por partida, produciéndose á menudo debates fatigosos
sobre un pequeño aumento ó reducción de sueldo. Es lo que
se denomina en teoría la especialidad del voto. Opuesto á este procedimiento
de discusión se encuentra el voto en bloc de todos los gastos.
Y en un término medio, entre uno y otro extremo, estaría el voto por
Ministerios ó Departamentos. Así nuestro Presupuesto hállase dividido
en nueve letras que comprende grupos de servicios diversos. La
letra A comprende al Poder Legislativo; la 5 á la Presidencia de la
República; la G al Ministerio de Relaciones Exteriore?; la D al Ministerio
de Gobierno; la E al de Hacienda; la F al de Fomento; la O
al de Guerra y Marina; la H al Poder Judicial; la 7 á las obligaciones
de la nación.
Creemos que representaría una reforma útil abreviar estos largos
trámites en la discusión parlamentaria. No somos partidarios de la
sanción en bloc de todos los gastos; pero tampoco lo somos de una
especialización demasiado exagerada como sucede entre nosotros.
Aconsejaríamos, pues, que la votación y discusión se realizase por planillas,
aprobándose el importe total de cada una de ellas. La forma
en que funcionan las Comisiones de Presupuesto en las prácticas parlamentarias
del país, permite á todos los legisladores hacer las indicaciones
que crean convenientes, á sus compañeros de Cámara, quienes
estarán en condiciones de incluir ó no la modificación aconsejada
sin necesidad de llevar á la Cámara á debates largos y estériles que retardan
y dificultan todos los años la rápida sanción de la ley de Presupuesto.
Aprobada definitivamente la ley por la Cámara de Diputados, pasa
entonces al Senado que puede aprobar, sin modificaciones, el proyecto,
quedando así en condiciones de ser pasado al Poder Ejecutivo para
su promulgación. Si el Senado hiciera modificaciones, lo avisa á la Cámara
de Representantes que, si se conforma con ellas, queda también
en condiciones de ser promulgada la ley. Si la Cámara de Diputados
sostuviese su proyecto primitivo, resuelven en defmitiva ambas Cámaras
reunidas por una mayoría de dos tercios de sufragios.