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Archivo PDF (5,98 MB) - Sociedad Española de Angiología y ...

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TESORERÍA DE LA SEACV 85<br />

básicamente, <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> los socios y las<br />

aportaciones <strong>de</strong> la industria farmacéutica,<br />

superando, por primera vez, la barrera <strong>de</strong>l<br />

millón <strong>de</strong> pesetas en 1<strong>98</strong>3 con un saldo <strong>de</strong><br />

1.535.932 pesetas. Ese año, a iniciativa <strong>de</strong>l tesorero,<br />

el doctor Antonio Mateo Gutiérrez, se<br />

invirtió 1.000.000 <strong>de</strong> pesetas en certificados<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong>l Estado. Este <strong>de</strong>pósito a renta<br />

fija se mantuvo durante muchos años y,<br />

prácticamente, será con la creación <strong>de</strong> la<br />

Fundación, cuando éste <strong>de</strong>saparezca.<br />

La cuota <strong>de</strong> los socios, que en un principio tuvo<br />

un carácter gremialista y fue símbolo <strong>de</strong> pertenencia<br />

a un colectivo, con el paso <strong>de</strong> los años se<br />

transformó en algo puramente anecdótico y, curiosamente,<br />

motivo <strong>de</strong> disputa <strong>de</strong> los tesoreros<br />

con los asociados, ya que un porcentaje significativo<br />

<strong>de</strong> miembros ni tan siquiera la pagaban.<br />

Esto se convirtió a partir <strong>de</strong> los años setenta en<br />

un gravamen para la SEACV, como consecuencia<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>voluciones <strong>de</strong> recibos y los consiguientes<br />

gastos bancarios que estos generaban.<br />

A pesar <strong>de</strong>l intento <strong>de</strong> regularizar esta situación,<br />

en los años noventa, con la entrada en vigor<br />

<strong>de</strong> los dígitos bancarios, esta situación <strong>de</strong> impagos<br />

se ha perpetuado hasta la actualidad.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente, las cuotas se transformaron<br />

a lo largo <strong>de</strong> la historia. En 1959, como ya<br />

comentamos, se estableció una cuota <strong>de</strong> ingreso<br />

<strong>de</strong> 200 pesetas y una cuota anual <strong>de</strong> socio<br />

<strong>de</strong> 100 pesetas. Estas cantida<strong>de</strong>s eran elevadas<br />

para la época, pero, sorpren<strong>de</strong>ntemente,<br />

todos los que entonces se inscribieron en la<br />

<strong>Sociedad</strong> <strong>Española</strong> <strong>de</strong> <strong>Angiología</strong> las pagaron<br />

como compromiso hacia la nueva <strong>Sociedad</strong> <strong>de</strong><br />

manera casi religiosa. La cuota permaneció<br />

inalterada hasta 1974, cuando pasó a 500 pesetas.<br />

Sin embargo, la crisis económica y la inflación<br />

<strong>de</strong>l país motivaron que, en 1976, la cantidad<br />

se duplicara y pasara a 1.000 pesetas;<br />

cantidad que, en 1<strong>98</strong>2, se transformaría en<br />

3.000. Será en 1<strong>98</strong>4 cuando se retome el tema<br />

<strong>de</strong> la cuota <strong>de</strong> ingreso en la <strong>Sociedad</strong>, que<br />

pasó <strong>de</strong> las 200 pesetas iniciales a 2.000; pero<br />

bien es cierto que esa cuota no llegó a cobrarse<br />

con regularidad porque, a partir <strong>de</strong> entonces,<br />

el número <strong>de</strong> miembros se incrementó<br />

consi<strong>de</strong>rablemente <strong>de</strong>bido a los programas<br />

MIR, y los sucesivos cambios <strong>de</strong> tesoreros no<br />

contribuyeron a tener un listado eficiente <strong>de</strong><br />

socios. Al igual que otras socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro<br />

entorno, en1992 se aprobó «que los socios<br />

con más <strong>de</strong> 70 años quedarán exentos <strong>de</strong>l pago<br />

<strong>de</strong> la cuota, sin que esta circunstancia les obligue<br />

a darse <strong>de</strong> baja en la <strong>Sociedad</strong>». La cuota<br />

anual <strong>de</strong> 3.000 pesetas se mantuvo durante 14<br />

años y en 1996 ésta se incrementó a 5.500<br />

pesetas, permaneciendo sin cambios hasta el<br />

año 2001, en que, coincidiendo con la <strong>de</strong>saparición<br />

<strong>de</strong> la peseta, se transformaría en 24<br />

euros. Posteriormente, en 2004 pasaría a<br />

48 euros y en 2007, a los 60 euros actuales. La<br />

cuota <strong>de</strong> inscripción <strong>de</strong>sapareció mediados <strong>de</strong><br />

los años ochenta. Actualmente, el compromiso<br />

<strong>de</strong> pago lo mantiene un 75% <strong>de</strong> los asociados,<br />

siendo las nuevas generaciones quienes<br />

más irregularida<strong>de</strong>s presentan, en gran parte,<br />

<strong>de</strong>bido a los cambios <strong>de</strong> domicilio.<br />

CREACIÓN DE LA FUNDACIÓN<br />

SEACV<br />

Durante muchos años, la SEACV funcionó <strong>de</strong><br />

espaldas a la legalidad fiscal, por lo que se perpetuó<br />

un sistema que venía haciéndose <strong>de</strong><br />

siempre, la «economía sumergida». El primer<br />

<strong>de</strong>bate sobre este anacronismo financiero surge<br />

en 1<strong>98</strong>9 ante la necesidad <strong>de</strong> darse <strong>de</strong> alta<br />

con un número <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación fiscal. La<br />

asamblea, entonces, concluye «que mejor no<br />

hacerlo a fin <strong>de</strong> evitar una auditoría <strong>de</strong> la<br />

Agencia Tributaria». El problema surge en<br />

1990, cuando el gabinete jurídico <strong>de</strong> García<br />

Enterría exigió un código <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación fiscal<br />

(CIF) <strong>de</strong> la SEACV, a fin <strong>de</strong> remitir una fac-

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