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FIGURAS DESTACADAS DE LA ACV ESPAÑOLA: FERNANDO MARTORELL 329
De todos ellos, el que podríamos considerar
como un ejemplo de «injusticia histórico-médica»
es el síndrome clínico de oclusión de los
troncos supraaórticos o síndrome de Marto -
rell-Fabré, pero más conocido habitualmente
como síndrome o enfermedad de Takayasu.
La primera descripción clínica de la obliteración
de los troncos supraaórticos la publican
Martorell y Fabré en Medicina Clínica en 1944,
tras observarla en una paciente afectada de
ausencia de pulsos en las extremidades superiores,
atrofia facial y trastornos oculares. Se
trataba de una enferma que consultó el cardiólogo
Fabré a Fernando Martorell en la cátedra
de Patología Médica del profesor Pedro
Pons de la que era consultor.
En la primera publicación, realizan la analogía
con el síndrome de Leriche y distinguen
entre la etiología por arteritis y por arteriosclerosis.
Diversos autores describen posteriormente
casos similares, refiriéndose algunos a
ellos como «síndrome de Martorell». En 1952,
8 años más tarde, un oftalmólogo americano
de origen japonés, llamado Cacamisse, describe
un caso relatando que, en 1908, otro oftalmólogo
japonés, llamado Takayasu, había relacionado
unas pacientes con trastornos oculares
y fondo de ojo característico con la ausencia
de pulsos en extremidades superiores. De este
modo, el síndrome de oclusión de los troncos
supraaórticos se conoce, sobre todo en los
ambientes anglosajones, como síndrome de
Takayasu, cuando dicho oftalmólogo japonés
nunca realizó una descripción clínica etiológica
y sistematizada como Fernando Mar torell.
Otra parcela de las enfermedades vasculares
en la que Martorell se considera pionero fue
en el campo de la patología linfática, hasta
entonces casi desconocida. A él se debe la sistematización
y clasificación de los linfedemas,
siendo el primero en describir la etiopatoge-
nia del linfedema precoz y de la metrorrea
quilosa. En el aspecto terapéutico, describió
algunas técnicas propias como la linfangioplastia
pediculada.
MÉRITOS Y DISTINCIONES
En su dilatada vida profesional y docente, fue
valorado con numerosas distinciones, cuya enumeración
sería prolija, por lo que nos limitaremos
a citar las más importantes o aquellas
a las que Martorell otorgó más relevancia.
En el plano académico resaltaremos su consideración
como miembro de honor de más
de 10 sociedades internacionales de Angio -
logía, Cardiología o Cirugía. Presidente de
la So ciedad Europea de Cirugía Cardiovascular
y vicepresidente de la International Cardiovas -
cular Society. También fue nombrado doctor
honoris causa de la Universidad Nacional de
Irlanda en 1961. Fernando Martorell con cedió
gran valor a su nombramiento como miem -
bro numerario de la Real Academia de Medici -
na de Barcelona y a la concesión de la Medalla
Ratschow de Alemania y la Medalla Purkinje
de Checoslovaquia como reconocimiento a sus
investigaciones en patología médica.
En 1975, la Asociación de ex Alumnos de
Martorell organiza en Barcelona un homenaje
internacional a su maestro en forma de
congreso, al que asisten numerosos especialistas
españoles y extranjeros. En 1976, la
Sociedad Catalana de Cirugía concede a
Martorell el Premio Virgili por sus aportaciones
a la cirugía vascular.
En cuanto a condecoraciones españolas, estaba
en posesión de tres grandes cruces:
• Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad.
• Gran Cruz de Isabel la Católica.
• Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.