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colectivos que tuvieran especial interés por el
estudio del aparato circulatorio. Es evidente
que la ausencia de la especialidad, reconocida
oficialmente como tal, propiciaba este hecho.
Con sólo dos avales era suficiente para formar
parte de la Sociedad, sin que conste la necesidad
de acreditar la idoneidad del candidato. Se
intuye la voluntad de hacer públicos los trabajos
de las jornadas, siempre limitado por los
ingresos, que solamente parecen ser las cuotas
de sus socios. Por la lectura del articulado,
se deduce que en España sólo se contemplan
tres comarcas, sin que haya definición alguna
de cuáles eran estas divisiones territoriales.
Tampoco hay mención de un comité científico
que valore las aportaciones científicas.
Obsérvese, además, que la presidencia de la
asamblea residía en personas distintas: el presidente
de la Sociedad no era el presidente
de la asamblea como, posteriormente, se establece.
LOS ESTATUTOS DE 1977
El 8 de junio de 1977, y siendo secretario el
doctor Emili Viver Manresa, bajo la presidencia
del doctor Josep M.ª Capdevila Mirabet,
según consta en el acta 21, se celebra en San
Sebastián una asamblea extraordinaria, en la
cual se aprueba la reforma de los estatutos.
Esta propuesta de reforma fue elaborada con
anterioridad y presentada a la asamblea ordinaria
en Alicante en 1976. Con tal fin, se creó
una comisión para la reforma estatutaria, que
actuó como ponencia en las deliberaciones posteriores.
El motivo principal de esta remodelación, así
consta textualmente en el acta, gira en torno
a la nueva denominación de la Sociedad,
que, de Sociedad Española de Angiología, se
transforma en Sociedad Española de Angiología
y Cirugía Vascular. Este cambio de denominación
se debe al reciente reconocimiento
HISTORIA DE LA SEACV. 50.º ANIVERSARIO. 1959-2009
oficial de la especialidad por parte del Ministerio
de Educación y Ciencia, que tanto ha significado
para la permanencia y progresión de
nuestra especialidad, así como para la expansión
de esta titulación en todo el ámbito de
América Latina.
Durante la asamblea extraordinaria, convocada
con tal propósito, hubo tres únicas enmiendas:
1. La primera fue presentada por el doctor
Gutiérrez Vallejo, a la sazón presidente de
honor ratificado en la misma asamblea ordinaria,
celebrada con anterioridad al artículo
5.º. La enmienda pretendía que los socios
fundadores formasen parte de los órganos
de gobierno de la Sociedad. Sin embargo, el
doctor Jurado, en nombre de la ponencia de
los estatutos, rebate los argumentos, aduciendo
que estos socios lo son a título
honorífico. Pasada a votación la enmienda
del doctor Gutiérrez, es rechazada por
«amplia mayoría de votos».
2. La segunda enmienda fue presentada por
los doctores Sobregrau, Rodríguez Mori
y J. A. Jiménez Cossío a los artículos 17.º,
23.º, 26.º y 30.º, después de ser nuevamente
rebatidas las enmiendas por la ponencia,
en el sentido del carácter asesor del comité
científico y de las atribuciones de la presidencia.
Pasada a votación, la asamblea acepta
por unanimidad el articulado presentado
por la ponencia. Se acuerda, no obstante,
suprimir la palabra «promulga», y el articulado
27.º queda como sigue: «El comité
científico asume las responsabilidad de asesor
de las tareas científicas, docentes y de
investigación de la Sociedad. Su composición
y su mecanismo de elección y funciones
específicas vendrán regulados por el
reglamento interno de dicho comité, aprobado
por la asamblea».