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INVESTIGACIÓN EN ANGIOLOGÍA Y CIRUGÍA VASCULAR 299
programa del doctorado y, en la actualidad,
un máster, implicaba desarrollar un trabajo
de investigación que debía ser expuesto y defendido
en público para su calificación. En los
últimos años, se ha po tenciado en nuestra
sociedad científica la valoración de este rango
y han sido muchos los que han podido acceder
al mismo, ya sea para su propia autoestima,
ya sea como proceso de cualificación
profesional, ya que en ocasiones está incorporado
en los departamentos universitarios.
La universidad ha sido una institución inicialmente
poco vinculada a la Sociedad
Española de Angiología y Cirugía Vascular.
En un principio, sólo dos hospitales presentaban
una vinculación directa con el ámbito
universitario, estando el resto más incorporados
con las estructuras del sistema público
sanitario. Más adelante, con la aparición de
nuevos profesores numerarios con el perfil
de angiólogos y cirujanos vasculares, se potenció
la simbiosis entre especialidad y universidad.
Considero que fue en el momento de
la incorporación de los hospitales más importantes
de la red pú blica del sistema sanitario
de salud a las uni versi dades como centros universitarios
o aso ciados, y con el incremento
de profesores asociados, en sustitución real,
aunque no conceptual, de los antiguos profesores
ayudantes de clases prácticas, ya con
desarrollo de actividades específicas en nuestro
campo de conocimiento cuando se logró
una mayor integración de ambos aspectos. De
esta manera, se ha incrementado el número
de profesores asociados y prácticamente se
ha estabilizado el de numerarios, por depender
de mecanismos complejos en el acceso a
los cuerpos docentes universitarios, con la
jubilación de algunos que ostentaban esta
situación y la incorporación en número muy
limitado de otros. Las consideraciones sobre
la relación entre la universidad y la Sociedad
hay que tomarlas en consideración, teniendo
en cuenta, y esto hay que reconocerlo, que quizá
la primera ha representado durante años el
espíritu investigador tradicional, a veces relacionado
con el del laboratorio y, en cambio, los
hospitales de la red pública sanitaria, lugar prioritario
de trabajo de los socios, han representado
el aspecto asistencial, por lo que, analizando
estos aspectos, es más fácil comprender
determinadas situaciones.
La revista Angiología ha sido desde su fundación
el mejor órgano de difusión de la información
desde el punto de vista científico de
las diferentes aportaciones que realizaban los
miembros de la Sociedad dentro de nuestro
ámbito nacional. En la revista Angiología, se
publicaban las aportaciones de los miembros
de la Sociedad. En sus diferentes apartados,
se publicaban los trabajos de mayor o menor
valor científico y, entre ellos, deberemos considerar
los procedentes de la actividad investigadora.
En la revista, se han aportado y se
han podido incluir por su perfil y contenido
como trabajos originales, generalmente de
perfil retrospectivo, en muy contadas ocasiones
prospecti vos, los casos clínicos y los trabajos
de revisión, además de otras aportaciones
a veces de difícil definición, que en mayor
o menor grado siempre consideramos que han
aportado algo al conocimiento. Pensamos que
la revista, en sus diferentes etapas, ha ido
adquiriendo un perfil más científico e, independientemente
de la labor de los diferentes
equipos de dirección, creemos que se ha debido
al incremento en la calidad de los trabajos
aportados por los integrantes del colectivo
de angiólogos y cirujanos vasculares, que
han remitido estudios de gran valor científico
y muchos de ellos procedentes de una labor
investigadora seria y de calidad. Hay que
comentar que, de forma puntual y vinculada
a nuestra Sociedad, se publicaron los Anales
de Angiología y Cirugía Vascular, que recogían
fundamentalmente, de una forma más breve