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tura por valor de 520.649 pesetas, en relación
con una consultoría jurídica que este bufete
de abogados realizó. Este hecho obligó a darse
de alta en Hacienda y a que la SEACV tuviese
su primer CIF: G-59039149.
La historia de este proceso comenzó unos años
antes, cuando, en 1987, la Comisión Nacional
de la Especialidad, presidida por el doctor
Sobregrau, entabló un contencioso administrativo
por el nombramiento irregular de un
cirujano «cardiovascular» en una plaza de
Zaragoza, como angiólogo y cirujano vascular.
Como se consideró un intrusismo de especialidades
y un asunto fundamental para el
devenir futuro de los nuevos especialistas, se
contrataron los servicios jurídicos del prestigioso
profesor García Enterría. Por desgracia,
el dictamen judicial final no fue favorable
para los intereses de la SEACV y la minuta,
que este gabinete jurídico facturó, fue excesiva
para la época, ya que representaba casi la
mitad del capital disponible que entonces tenía
la Sociedad (1.294.408 pesetas). La cantidad
requerida fue tan desproporcionada que la junta
directiva solicitó un pago extraordinario a
sus asociados para hacer frente a esta deuda
(«derrama especial»).
En esta época, el interés por promover la especialidad
se extendió también hacia la enfermería
vascular. Este apoyo activo se materializó,
por primera vez, en el Congreso de Salamanca
de 1994 con la aportación de 300.000 pesetas
y la presencia de los diplomados en enfermería
en la llamada «Jornada de Confraternización».
La enfermería comenzó, desde
entonces, a organizar sus congresos anuales
(coincidiendo con el de la SEACV), y la Sociedad
volcó su apoyo, tanto económico como a
veces logístico, para que ese colectivo tuviera
sus reuniones. Con el paso de los años y el
apoyo, sobre todo, de la industria, el saldo
económico se incrementó hasta la cifra de
HISTORIA DE LA SEACV. 50.º ANIVERSARIO. 1959-2009
8.950.393 pesetas en junio de 1996. Para entonces,
eran numerosos los pagos y las transacciones
económicas que se hacían mediante
cheque bancario, pero eran cada vez más los
que solicitaban justificantes y facturas. Ante
la nueva legalidad vigente en España y para
no incurrir en sanciones económicas por parte
de la Agencia Tributaria, se hizo imprescindible
la constitución de una fundación «con
carácter altruista y exento de fin lucrativo».
Promovida por la junta directiva, que entonces
presidía el doctor José María Callejas y
cuyo secretario era el doctor Manuel Matas y
el tesorero, José A. Gutiérrez del Manzano, la
asamblea general de socios, celebrada el 29 de
junio de 1996, aprobó por unanimidad el acuerdo
de constituir una fundación a tenor de lo
previsto por la Ley de Fundaciones, de 24 de
noviembre de 1994, y el R.D. 384/96 bajo la
denominación de Fundación de la Sociedad
Española de Angiología y Cirugía Vascular,
aportando, como dotación inicial, la cantidad
de 5 millones de pesetas y otorgando a José
María Callejas Pérez, en su calidad de presidente
de la SEACV, las más amplias facultades
para que, en representación de la Sociedad,
pudiera suscribir cuantos documentos públicos
o privados fuesen necesarios. Con fecha
7 de noviembre de ese mismo año, se registraron
la Fundación SEACV y sus estatutos, que
serían aprobados en la asamblea anual de 1997
y cuyos patronos, además de la junta permanente
de la SEACV, fueron integrados por el
presidente saliente y los presidentes de los
distintos capítulos. La Fundación SEACV,
así constituida, dispuso de un nuevo CIF
(G-61240339) (fig. 2).
De los 8.950.393 pesetas que en existían junio
de 1996, 5 millones pasaron a constituir la
cuenta de la Fundación, y el resto se convertiría
en una segunda cuenta bancaria con la
que, durante años, se hicieron los pagos corrientes
y los gastos habituales de manteni-